
Generalmente las ITS se transmiten directamente “de las zonas de la infección a la zona de contacto”, por ello las zonas principalmente afectadas son la uretra, cualquier zona cutánea del área genital, la boca, la garganta y el recto. En algunos casos, sin embargo, pueden invadir el sistema sanguíneo y linfático.
La mayoría de las ITS son causadas por virus y bacterias. Esta diferencia es importante en lo relativo al tratamiento. De esta forma, podemos dividirlas en cuatro grupos:
- Las causadas por hongos se pueden tratar de combatir con fungicidas y suelen tener una mayor prevalencia en las mujeres: candidiasis.
- Las bacterianas se pueden combatir con antibióticos y, por lo tanto, en general, son fáciles de tratar: sífilis, gonorrea, clamidea, LGV, mycoplasma.
- Las de origen parasitario, el tratamiento suele consistir en la aplicación de una loción específica que elimina el parásito: ladillas. También en este grupo está la tricomaniasis, curable con antibióticos.
- Las virales suelen ser de difícil tratamiento y muchas veces no se puede eliminar el virus del organismo, por lo que no tienen cura: Hepatitis, VIH, herpes simple, virus del papiloma.
Un sistema inmunológico débil dificulta el tratamiento de las infecciones de transmisión sexual haciéndolo más largo. De la misma forma, tener una ITS aumenta el riesgo de transmisión del VIH.
Algunas de estas infecciones se caracterizan por provocar lesiones o úlceras (sífilis o herpes genital), otras causan secreciones urogenitales o una alteración del estado general.
Es muy importante tener en cuenta que todas las ITS puede ser asintomáticas por lo que pueden no producir señal alguna de su presencia en el organismo y, por tanto, estar activas y con posibilidad de transmisión. Sólo la realización de las pruebas oportunas nos va a sacar de dudas (siempre y cuando hayamos respetado el periodo ventana: tiempo que debe pasar entre la práctica sexual y la realización de la prueba para que los resultados sean fiables).
Tener el VIH aumenta el riesgo de infección de otra ITS.
Para tratar adecuadamente una ITS, es muy importante no automedicarse o hacerse curas sin la ayuda de un profesional sanitario. El tratamiento tiene que ser siempre prescrito por el personal médico/a y seguir de manera constante la dosis, duración, revisiones estipuladas, etc.
¿ITS o ETS?
Desde hace un tiempo, se prefiere utilizar ITS porque no todas las infecciones llegan a enfermedad (de hecho, pocas si se actúa y se tratan) y porque ligar “enfermedad” a relaciones sexuales perpetúa estigmas por el mismo peso de la palabra. El lenguaje es importante y transmite mensajes.
En los próximos artículos, que irán saliendo en facebook hablaremos de las distintas ITS: funcionamiento, transmisión y reducción de riesgos. Sigue las páginas de Togayther y de Stop Sida.
Todas y todos tenemos derecho a decidir cómo vivimos nuestra salud sexual y a qué decisiones tomamos para ello. Es parte de nuestra libertad. Vivámosla informadas e informados!!
Si tienes dudas sobre salud sexual, VIH y otras ITS (y sus pruebas rápidas), apoyo emocional a personas que viven con VIH, PPE, PrEP… o si quieres proponerme un tema a tratar, sólo tienes que escribirme:
- Cibereducador en Salud Sexual, Stop Sida
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