
El gobierno regional de Castilla-La Mancha se encuentra trabajando en la primera ley LGTBI en la comunidad. La ley, que velará por la protección de los integrantes del colectivo, ya está lista y será publicada en mayo.
Castilla-La Mancha era una de las pocas comunidades que aún no contaban con una ley como ésta, como Cantabria o La Rioja. La reforma busca acabar con todo tipo de discriminación, ya sea física o simbólica, hacia el colectivo LGTBI que se producen en la región.
Blanca Fernández, portavoz del Ejecutivo autonómico de la comunidad, explicaba en la Cadena Ser que el objetivo del partido es aprobarla en el próximo periodo de sesiones. Además, cree factible hacerlo con el apoyo de todos los grupos, ya que sus dirigentes han declarado a favor de esta reforma.
Asimismo, Blanca Fernández ha declarado que la próxima ley no será un «corta y pega» de las existentes en las otras comunidades, ya que se está trabajando con instituciones LGTBI para entenderlos y que sea adecuada. La ley recogerá diversas medidas para promover la igualdad, destacando la creación de un servicio de atención integral formado por especialistas.
«Puede parecer una ley innecesaria, pero cuando bajas a la realidad y hablas con los colectivos ves que hay delitos de odio, violencia física y simbólica. Hay menores LGTBI que sufren en la escuela. Es una ley que nos va a dar instrumentos más potentes para trabajar de manera más coordinada y planificada. Está muy adaptada a nuestra realidad y no es un corta y pega de otras comunidades», declaraba la portavoz.
Las medidas
Entre las medidas que contemplará, destaca la prohibición de terapias y pseudoterapias de conversión, además de que la Junta pueda actuar como acusación particular en delitos de odio. Asimismo, la ley LGTBI intentará evitar el «sexilio», nombre con el que se conoce al abandono del medio rural por falta de apoyo y/o discriminación.