
El deportista estadounidense Timothy LeDuc, junto a su compañera de patinaje artístico, Ashley Cain-Grible han conseguido un boleto directo para sus primeros Juegos Olímpicos de Invierno, en los que tal y como ha asegurado LeDuc, quieren descartar las nociones tradicionales de que todos los dúos de patinaje cuentan historias de Rome y Julieta, y en su lugar pretenden presentar una muestra de igualdad y fuerza.
En este sentido, tanto LeDuc como Ashley han recalcado que no se están suscribiendo a «una narrativa estándar de masculinidad-feminidad en el hielo». Así pues, y tal y como decía la propia Cain-Gribble:
«Si quiero usar un vestido, es porque quiero, no porque alguien quiera que sea más femenina» a lo que añadía finalmente un comentario por el que aseguraba sentirse mucho más poderosa utilizando un unitardo.

Ante tal participación en estos juegos, el patinador ha hecho historia al ser el primer atleta olímpico de invierno abiertamente no binario.
Desafía así directamente los estereotipos de género que había hasta entonces entre los deportistas olímpicos, allanando igualmente el camino a otros muchos que vengan detrás.
Si que es cierto que el patinaje artístico es históricamente una de las disciplinas más inclusivas de los Juegos Olímpicos, pero aún así, todavía hay muchos sectores del colectivo LGTBIQ+ por visibilizar, es por ello que la participación de LeDuc supone un gran avance.
«Mi esperanza ahora es ser abiertamente no binario y hablar abiertamente sobre esto, tal vez abra un camino para otros atletas queer y no binarios que entran en pareja en la danza sobre hielo», asimismo explicó LeDunc su propósito a través de su entrada en dichos juegos.
LeDuc, quien se reconoció como persona no binaria en el 2021, también ha aclarado que todo este proceso ha sido algo difícil. «Realmente este ha sido un largo viaje para mí, para abrazar mi género», aún así señalaba que «he contado contado con algunas personas asombrosas que me han ayudado en este camino».

«Hubo algunos momentos difíciles cuando salí del armario por primera vez, algunas personas trataron de rezar para alejar a los homosexuales de mí», con tales palabras LeDuc contaba para un medio de comunicación como con tan solo 18 años tuvo que defenderse de varios intentos de terapias de conversión gay a los que le hicieron someterse familiares cercanos.
Aún así, a día de hoy y tal y como ha explicado, su familia por fin lo ha aceptado tal y como es y es por esto que asegura no poder «decir lo suficiente sobre lo increíble que es que mi familia haya cambiado por completo su punto de vista». Afirma incluso que «ahora mis padres caminan conmigo en las marchas del Orgullo Trans y en la del Orgullo».
Gracias a esta pareja, el colectivo consigue mayor visibilidad en unos Juegos Olímpicos que cada año permite más diversidad entre sus deportistas. En cuanto a este dúo, pese a que ya hayan conseguido algo histórico, no olvidan su deseo de querer terminar entre los cinco primeros en los juegos.