
Si nuestro chico de hoy entrase en nuestro santoral de los hombres más sexys de las redes sociales, seguro que los santos estarían moviendo el rabo por él. Así que ya pueden empezar a mover la colita porque el santoral de chulazos tiene nueve inquilino, ya que Kiko viene para quedarse y, de paso, alegrarnos al arranque de un nuevo fin de semana.
Que nadie se escandalice por lo de que los santos mueven el rabo, lo digo por si hay algún creyente en la sala, pero simplemente estaba parafraseando la letra de una canción de Miss Cafeína. Que, por cierto, nos viene como anillo al dedo para recibir a este IG Boy que se llama Kiko Villalón García, aunque en Instagram puedes encontrarlo simplemente como @kik_innn.
Casi 30.000 personas ya han dado con él y lo siguen en sus andanzas virtuales, por lo que no te será complicado encontrarlo y engancharte a las publicaciones de este guapo malagueño. Poco conocemos de él, pero no importa, ya que como decía Blanche en la obra de teatro Un tranvía llamado deseo, “siempre he confiado en la bondad de los desconocidos”.
De todas formas, en su bio, nos deja algunas pinceladas de su vida para que podamos conocerlo un poco mejor y que no sea tan desconocido. Y es que, como siempre digo, detrás de un cuerpazo, siempre hay una persona, a la que también hay que darle una oportunidad.
Kiko afirma que tiene 33 años y su profesión es la de fisioterapeuta y osteópata. Además, si eres de los que crees en el zodiaco y las cartas astrales, es Aries y, si te apasiona el deporte, está loco por el tenis. Eso sí, si eres de los que te levantas con un cigarro en la mano cada día, comienzas a perder posibilidades, ya que se confiesa un hombre anti tabaco.
Tras un repaso exhaustivo a sus más de 500 fotos, puedo decir, sin temor a equivocarme, que a Kiko le sientan muy bien los bañadores turbo, ya sean lisos o a rayas. Tapando lo necesario que hay que tapar y marcando cuando hay que hacerlo. Pero no te quedes mirando sólo para abajo, ya que, aunque no me crean, si tuviera que quedarme con algo de su anatomía lo haría con sus ojos, muy bonitos, y con su boca. Tanto cuando sonríe y la tuerce hacia la derecha, como cuando le da por sacar lengua y mostrar su faceta más gamberra.
Pero, se mire dónde se mire, todo es digno de ver en este chico de físico esbelto, pero bien definido, con ese look perfecto en la imperfección, que, por ejemplo, le puede dar una barba de dos o tres días, que en su caso está perfectamente estudiada.
Ya que, si algo hemos aprendido en el Instagram de Kiko, además de comprobar todo lo que viaja, y morirnos de la envidia, es lo estudiado que lo tiene todo en sus fotografías de redes sociales. Y si es pura improvisación, le sale muy bien. Me explico. En sus instantáneas va alternando o la mirada perdida o su irresistible sonrisa. Optando, normalmente, por poses interesantes que realcen y marquen musculatura, véase brazos abiertos o las manos tras la cabeza, bien de axilas al aire.
Pero, en esa faceta alocada, que también nos gusta, es muy habitual encontrarse a Kiko haciendo piruetas o saltando en el aire allá por donde vaya. Ya sea en un parque acuático o en las dunas de Maspalomas. Aunque también nos convence y mucho cuando le da por hacerse el remolón, quedarse en la cama y ofrecernos su imagen más sexy o provocativa con poca o nada de ropa
Muchos ingredientes, por tanto, para que Kiko Villalón se sume a nuestro santoral de chulazos favoritos, a los que rendir culto y dedicarles nuestras oraciones cada mañana. Porque, como ya sabemos, con ellos, la vida es mucho más fácil y llevadera.