Willow, la serie de Disney+ estrenada el 30 de noviembre basada en la película Willow en la tierra del encanto de 1988, nos ha traído consigo un romance lésbico.
En el tercer capítulo de la serie salida del clásico de fantasía hemos podido ver como Kit (interpretada por Ruby Cruz) hija de los ya conocidos personajes Sorsha y Madmartigan, se besa con Jade (Erin Kellyman), una huérfana criada en el castillo, dando comienzo a una relación que en los 2 primeros episodios apenas se había insinuado.
Justo antes de que Kit huya para no casarse con el Príncipe Graydon, le planta un beso en los labios a Jade y esta parece más sorprendida ante ese gesto de cariño que ante el plan de huida de Kit.
La historia de la princesa mimada y su amante, un caballero dividido entre el amor y el deber, es un elemento básico de las historias de fantasía, sin embargo, Willow cambia este cliché por un romance queer.
La princesa Kit no sueña con reinar, sino más bien con ir de aventuras como cree que hizo su padre. Por otra parte, el caballero que corteja a la princesa suele tener un fuerte sentido del deber y el honor pero para Jade las metas de Kit están por encima de eso y está dispuesta a dejar que se vaya.
Afortunadamente, el príncipe Graydon con el que se supone que Kit debe casarse tampoco está muy emocionado con la boda. De modo que la serie, no desemboca en el típico triángulo amoroso y una vez más Disney nos da el contenido LGTB+ que tanto ansían los fans como hemos podido ver con mensajes como este:
Para el productor Jonathan Kasdan, la introducción de una relación lésbica entre la princesa Kit y el personaje de Jade es un refresco contemporáneo que vendrá bien a la serie. Una princesa que no necesita de ningún típico príncipe machirulo que perpetúe el peneportantismo