
Si en estos días te encuentras en la comarca de las Vegas Altas del Guadiana, situada entre los límites de Cáceres y Badajoz, verás por la noche una torre de 23 metros iluminada con los colores de la bandera LGTB+. No es otra que el campanario de Vivares, una localidad perteneciente a Don Benito que tiene unos 700 habitantes, pero, eso sí, allí el pueblo apuesta por los derechos humanos.
Es imposible ver que un edificio eclesiástico rinda homenaje al colectivo LGTB+ de esta manera. ¿Qué es lo que ha pasado en Vivares? La Diócesis de Plasencia, a la que pertenece esta localidad menor, tiene cedido al Ayuntamiento de la misma hasta 2029 los edificios eclesiásticos, a cambio de que este se haga cargo de su mantenimiento. No obstante, y aunque el Ayuntamiento puede hacer uso también de estos edificios, se respeta el lugar de culto y se celebran los oficios correspondientes.
¿Cómo ha sentado la iniciativa?
Como es de esperar, la Diócesis de Plasencia ha reprendido al alcalde de Vivares, Jairo Pino (PSOE) por haber adoptado esta medida de forma unilateral sin contar con la opinión de la Iglesia.

Sin embargo, los vecinos de la localidad se han visto muy sorprendidos con la nueva iluminación del campanario, pero tal y como se puede leer en las redes sociales del consistorio, han aplaudido la medida, tanto por el apoyo al colectivo LGTB+, como por la originalidad de dicha iluminación en un edificio tan sobrio.
Y es que, la defensa de los derechos de las personas LGTB+ no es nueva en Vivares. La localidad pertenece a la Red Extremeña de Pueblos Libres de LGTBIfobia, tiene un mural contra los delitos de odio y, desde hace años, la agenda municipal se llena de actividades en junio por el Orgullo LGTB+.
El objetivo del alcalde, es iluminar la torre de la iglesia de Vivares para conmemorar diferentes efemérides. Lo que sí tenía claro Pino es que quería comenzar con esta iniciativa apoyando los derechos del colectivo LGTB+. ¡Bravo!