
Tras las medidas adoptadas para detener la crisis sanitaria por el coronavirus, donde el Gobierno ha decretado el estado de alarma. La actividad diaria del único centro para personas mayores LGTB+, se ha visto paralizada desde el pasado 6 de marzo.
La Fundación 26 de Diciembre, en el famoso barrio de Lavapiés, suspendía las actividades de los centros de de hogares y clubes y servicios de convivencia familiar y social dirigidos a la tercera edad. Esta medida se ha tomado, debido a que las personas mayores son las más vulnerables al contagio de COVID-19. Por ello, el cierre de este tipo de centros fue la primera medida tomada por la Comunidad de Madrid ante el estado de alarma.
Ángel Sánchez, a sus 72 años, ofrece atención y acompañamiento profesional y algunas actividades para amenizarles como teatro, mindfulness, yoga, cineforum, grupos de apoyo (de mujeres o de VIH) e incluso comidas colectivas diarias.
Los mayores comen diariamente en el centro, con el lema No comas solo y los domingos con el lema La comida de la abuela. Este proyecto, que además de cubrir una necesidad vital, supone un espacio de encuentro y socialización.
Todxs están muy agradecidxs a la fundación, e incluso una de ellas afirmaba: «Se me está haciendo muy raro no ir. Esto es un techo para gran cantidad de personas porque la soledad nos golpea más a la gente LGTBI y esto forma parte de nuestro día a día. A mi edad las mujeres lesbianas o bisexuales están escondidas, por eso no es fácil socializar».
“No hay lugares para nosotros”, afirmaron la gran mayoría. A pesar del los momentos tan difíciles por los que estamos pasando, el coronavirus les había servido para valorar aún más al único centro donde pueden actuar siendo libres.
Pero la organización no ha querido perder el contacto con sus mayores en estos días tan difíciles de cuarentena. Por lo que, desde su cierre temporal han decidido ofrecer acompañamiento a distancia, ya que su objetivo es que los usuarios «sigan teniendo sentido de pertenencia y de familia» y puedan contar con el servicio.
El pasado Orgullo los mayores LGTB+ fueron los protagonistas con el lema que encabezaba la manifestación de Madrid Mayores sin Armarios. Pero todavía hay mucha invisibilidad en esta parte del colectivo como podemos ver en el estudio de la FELGTB, que a partir de los 51 años no más de un 30% de los encuestados era visible en diferentes ámbitos de su vida. Es decir, muchos y muchas vuelven al armario.
La historia de la mayoría de ellos ha sido bastante dura, ya que nacieron bajo el régimen franquista, fueron víctimas de la ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social, que perseguía a los homosexuales. E incluso cientos de personas fueron detenidas y maltratadas e incluso sometidas a ‘electroshock’ y a otro tipo de terapias aversivas. Desde la fundación han identificado que estas personas no suelen acudir a estos centros porque pueden llegar a ser hostiles para ellos.
La Fundación 26 de Diciembre espera inaugurar en breve una residencia para mayores LGTBI en Madrid, la única en España de este tipo. El objetivo: que se sientan seguros, cómodos y respaldados.