
Dentro del espectro LGTB+ aún hay muchas dudas en torno a las identidades y preferencias sexuales que lo componen. Algunas, como lo que significa ser gay o lesbiana quedan bastante claras. Pero la B dentro de LGTB+, a pesar de ser de las letras que llevan más tiempo “reconocidas” como parte del colectivo, puede llegar a ser una interrogante incluso para otros miembros de nuestra comunidad.
Esta confusión se torna aún más grande cuando comparamos la bisexualidad con la pansexualidad, pues ambas comparten puntos en común e, inclusive, la pansexualidad está considerada como un subgrupo de las identidades bi+.
¿Qué es la bisexualidad?
Muy a menudo se dice que la bisexualidad es la atracción hacia hombres y mujeres. Esta definición, además de excluyente, es totalmente falsa puesto que, en realidad una persona bisexual sería quien se siente atraídx por personas de más de un género y/o sexo. Esto incluye al género femenino, masculino, no binario y fluido, tanto cis como trans. Cualquier combinación de las anteriores (o todas juntas) pueden conformar la atracción de una persona bisexual, y no necesariamente dicha atracción se da al mismo tiempo, de la misma forma ni con la misma intensidad.
¿Qué es la pansexualidad?
La pansexualidad considera que el género e identidad sexual de una persona no es un factor que determine la atracción o no atracción. En este sentido, una persona pansexual podría enamorarse o sentirse atraídx sexualmente hacia cualquier ser humano por sus cualidades sin que importe su sexo o identidad.
La principal diferencia entre estos dos términos es que la pansexualidad entiende y defiende a la sexualidad como un continuo más que a través de divisiones sexuales, con una fuerte ideología de rechazo a la concepción de sexo como binario.
En definiva ambas identidades son muy parecidas y depende de cada persona decidir con cuál se identifica más, e incluso construir su identidad con varios términos. Por ejemplo, ser bisexual e intersexual, definirse como pansexual y queer, o no ponerse etiqueta alguna.