
Con el título «Las Drags Queens más poderosas de América«, la revista New York dedica un extenso artículo a este fenómeno mundial. El magazine ha querido dedicar su portada de junio a esta profesión, un trabajo que ha estado oculto desde tiempos inmemoriales. Para ello, ha contado con míticas participantes de uno de los concursos más seguido por el público LGTB+: RuPaul’s Drag Race.
El artículo que New York le ha dedicado a las travestis más reconocidas de Estados Unidos comienza de la siguiente forma: «América tiene un nuevo pasatiempo nacional. El Drag es ahora un deporte para espectadores de pleno derecho. Estas reinas tienen ahora la oportunidad de llegar al estrellato pop«.
Y sin lugar a dudas, RuPaul y todas sus hijas se han convertido en parte imprescindible de la cultura pop. Gracias a Mamma Ru, ser drag queen está mejor visto que hace unos años. De hecho, el público también ha cambiado, ya que ahora, lo que estaba relegado a los gays, ahora lo disfruta un público masivo, gracias también en parte, a Netflix, que ha hecho llegar RuPaul’s Drag Race a todo el mundo.
Ahora, las drags queens participan en películas (por ejemplo, Shangela actuaba en el remake de Ha nacido una estrella, protagonizada por Lady Gaga y Bradley Cooper). Incluso, muchas de ellas son invitadas a grandes eventos, como por ejemplo, la Gala MET (Violet Chachki acudió este año) o la ceremonia de entrega de Los Oscars (Shangela fue una de las invitadas a la gala).
Incluso, ahora las drags queens sacan sus propios singles, e incluso discos. El caso más evidente es el de RuPaul, que cuenta ya con más de 12 álbumes. Pero en este caso no hace falta que nos vayamos a Estados Unidos, ya que en España también tenemos muchas artistas drags que lanzan sus propios álbumes y singles, como por ejemplo, La Prohibida, o Chumina Power, entre muchas otras.
Por todo ello, el homenaje que la revista New York a las drag queens era muy necesario. Reconocer el valor, el talento y el arte que todas ellas tienen (en mayor o menor medida) es fundamental en una sociedad que parece que avanza, a pesar de que muchos sectores aún no nos miran con buenos ojos.