
Da igual que una parte de la Iglesia no nos respeten, que nos insulten e incluso nos impidan ser padrinos en bodas o en bautizos. Todo se olvida al llegar la Semana Santa en Sevilla. El gay se vuelve cofrade y disfruta de la Semana Grande de la capital andaluza.
El gay más cofrade está en la Semana Santa de Sevilla y esto no es para nada una crítica hacia ellos. Al revés es todo un reconocimiento a la labor que hacen y han realizado cada año para hacer de la Semana Santa de Sevilla lo que es.
La presencia LGTBI está en cada una de las Hermandades sevillanas, y no solo como vestidores de vírgenes, sino también en cargos de responsabilidad, como hermanos mayores. Y por supuesto formando parte de la curia sevillana, como sacerdotes que sin querer mostrar su sexualidad trabajan cada día para que salga como siempre. Todo hecho con respeto, con tradición y con todo el amor.
Por eso no es una crítica para los capillitas gays sevillanos y andaluces. Estas líneas van para la iglesia. Para recordarles que dejen para mirar para otro lado y se den cuenta que lo mismo que nosotros les respetamos y defendemos, deben respetarnos y defendernos. ¿Cómo? Pues tan sencillamente como dejarnos expresar nuestra sexualidad sin juicios aparte, sin reprimir nuestro amor. Somos personas, como ellos. Ni más ni menos.