Visibilidad LGTB

Despliegan la bandera LGTB+ en la Basílica de Quito

Concentración, en el exterior de la Basílica de Quito, para desplegar la bandera LGTB+ en reivindicación de los derechos del colectivo

El pasado domingo, la bandera LGTB+ fue desplegada en el exterior de la Basílica del Voto Nacional, en el centro de Quito, para exigir que no haya discriminación en ninguna parte de la ciudad.

Ondeando la bandera LGTB+

En el exterior del templo, decenas de personas se concentraron para tomar fotografías, gritar y bailar a favor de los derechos de la comunidad LGTB+. El acontecimiento es un rechazo rotundo al ataque de transfobia que recibieron dos chicas al prohibirles que se hicieran fotos afuera de la iglesia. El activista Danilo Manzano expresó en su cuenta de Twitter que “ya no estamos dispuestos a vivir discriminación en ningún espacio, sea público o privado. Hoy le queda claro a la iglesia y al Estado. La violencia que vivieron dos mujeres trans en la Iglesia de la Basílica, de Quito, provocó una respuesta inmediata. No más transfobia”.

Daniel Benavides, a su vez, dijo que “los lugares son lugares siempre y cuando se permita el uso y accionar de cualquier persona, sin discriminar ningún tipo de realidad, sino se convierten en simples no lugares, sin devoción simbólica alguna. Esto es hermoso y necesario.” Benavides estaba haciendo referencia a la bandera arcoíris gigante que ondeó en el exterior de la Basílica. Los manifestantes la sostuvieron para expresar que hay que respetar la diversidad y los derechos de las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género.

La Fundación Ecuatoriana Equidad compartió un vídeo en Twitter mostrando un baile sobre la bandera LGTB+. “Esta es la furia trans. La furia transgresora”. 

Ser trans no es un disfraz, es una identidad

Las protestas estuvieron acompañadas con intervenciones de la comunidad trans. Varios de los participantes llevaron pancartas con mensajes como este: “mi identidad no es un disfraz, no más transfobia”.

Muchos de ellos llevaron tacones, shorts y tops para reivindicar su identidad y porque cuando las dos mujeres fueron expulsadas llevaban este tipo de atuendo. Los trabajadores de la Basílica aseguran que las dos mujeres solo estaban haciendo un trabajo profesional para alguna marca de ropa. El párroco del templo, Bernardino Briceño, lamentó lo sucedido y expresó que la Basílica es de todos. “Todos pueden hacer sus fotografías, sin discriminación y respetando las libertades”.

La Secretaría de Inclusión Social del Municipio de Quito emitió un comunicado tras la denuncia de las dos ciudadanas, rechazando “categóricamente cualquier acción discriminatoria”.

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