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¿Quiénes son las activistas rusas Pussy Riot?

Pussy Riot dejan helado a Pablo Motos tras explicarle lo que le pasaría si fuera gay en Rusia

Maria Alyokhina , Yekaterina Samutsevich, Nadezhda Tolokonnikova y Aysoltan Niyazova son las cuatro mujeres que forman Pussy Riot, el grupo musical que desde 2012 organiza espectáculos protesta contra Putin. Sus reivindicaciones políticas son el centro del ideario de sus canciones. Desde su formación en 2011, el grupo colectivo feminista de punk-rock ha puesto en escena numerosas actuaciones de provocación política. La libertad de expresión, la represión de los movimientos artísticos en Rusia y las quejas sobre política de Vladimir Putin son los ejes centrales de sus protestas.

En febrero del año 2012 y como parte de una protesta contra la reelección de Vladímir Putin, las tres miembros fundadoras de Pussy Riot entraron en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú de la Iglesia Ortodoxa rusa. Hicieron la señal de la cruz, una reverencia ante el altar y comenzaron a interpretar la canción Madre de Dios, ¡Fuera Putin!. El vídeo de la protesta se convirtió en el videoclip oficial del tema.

Esta performance contra el presidente Putin provocó la orden de búsqueda y captura sobre ellas y su posterior detención. Las tres fueron sentenciadas el 17 de agosto de 2012 a dos años de prisión.

Se fugaron de Rusia en plena guerra contra Ucrania

Disfrazada de repartidora de comida, Maria Alyokhina salía de Rusia el pasado mes de mayo subida en un autobús que la llevó hasta Lituania. Maria Alyokhina (Masha), ha intentado escapar de Rusia tres veces. La segunda fue detenida en Bielorrusia y devuelta a su país.

El Hormiguero arrancó la semana con una entrevista que será recordada durante mucho tiempo por su importancia a nivel político. El grupo activista Pussy Riot acudió al programa con la presencia en plató de Masha Aliójina y Olga Borisova, que no dudaron en hablar de Vladímir Putin y de la invasión rusa de Ucrania. Su grupo feminista punk rock nace como respuesta a la figura política de Putin y la represión que se sufren desde hace años en su país.

Las invitadas protagonizaron la entrada al plató más fría de la historia del programa sin apenas saludar al público al recibir un gran aplauso. Tampoco hubo besos ni abrazos entre el presentador y las estrellas que acudieron, dejando una imagen que contrasta con la habitual alegría que se suele vivir.

Son dos personas a las que, en ese momento, el presidente ruso las está persiguiendo

Así presentó el valenciano a Masha Aliójina y a Olga Borisov. Dejando claro que sus acciones y protestas en su país natal les han metido en más de un problema, recordando su paso por la cárcel y los encontronazos con las autoridades.

Tras explicar que recibir un premio LGTBIQ+, como el que recibirán ellas en Tenerife, el Alan Turing LGTBIQ+, «en Rusia sería impensable» porque es «ilegal en nuestro país decir que eres gay», Motos sorprendió al sacar una bandera arcoíris, una estampa que nadie esperaba en ese momento. «¿Qué pasaría si un presentador hiciera esto en la televisión rusa?», preguntó.

Sin dudarlo, las dos componentes de Pussy Riot le dejaron claro que «lo primero que harían sería despedirte, y luego, encarcelarte». Alekhina, que de las dos es la que más tiempo ha pasado encerrada en prisión, añadió que «si haces algo contra Putin, buscan cualquier excusa para meterte en la cárcel».

Masha recordó que fue condenada a 12 años por «gamberrismo motivado por odio religioso». Explicó a los espectadores que lo único que hicieron fue «una performance contra Putin y siempre que te metes con Putin, encuentran un motivo para meterte en la cárcel«. «Es una hipocresía que utilicen a la iglesia para tapar los crímenes de Putin», aseguró muy molesta al recordarlo. «Dijeron que el feminismo era una ideología que va contra dios y así lo dictaminó el tribunal, los testigos dijeron que éramos brujas y también consta en la sentencia…«, recordó.

Sobre la cárcel, explicó a los espectadores de El Hormiguero las condiciones de las cárceles rusas: «Es un sistema de tipo gulag, un campamento de trabajos forzados cosiendo uniformes de la policía y de las fuerzas de seguridad. No te lo retribuyen, tienes 4 € al mes y no tenemos acceso a médicos ni comida normal».

Para acabar, Aliójina aseguró que para derrotar a Vladímir Putin «hay que dejar de patrocinarle, tiene que haber un embargo completo del gas y del petróleo ruso». También pide a Europa que se sigan «incautando las propiedades de los oligarcas rusos» y que deberían «venderse y darles el dinero a los refugiados ucranianos».

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