
Todos conocemos ya el programa de Cuatro de citas a ciegas por el que han pasado numerosas parejas de toda clase y condición y que ha sido la gran sorpresa del verano.
Hoy queremos hacer un repaso de las parejas más petardas que han salido en el programa de Carlos Sobera, First Dates. Desde parejas ya acostumbradas a las cámaras hasta fans de Sara Montiel.
Carlos y Antonio
Fueron la primera pareja gay en pasar por el reality de Cuatro. Su cita fue una de las más recordadas del programa por el desparpajo de ambos jóvenes, fans de Sarita Montiel.
Entre plato y plato, Antonio tenía que preguntar a Carlos si éste era “de compromiso”. Carlos aclaró que antes no lo era, pero que actualmente “se lo estaba planteando”.
Antonio dejaba claro que él era un chico muy clásico y no quería verse sin familia para finalmente dar su opinión sobre Carlos, al que veía muy poco sexual. Para hablar de este tema no hizo falta llegar a los postres.

Adrián y Vicente
Esta pareja tuvo la suerte de escuchar los consejos que una persona cabal y con la cabeza bien amueblada te puede aportar cuando conoces a alguien. La aconsejadora no fue otra que Aramís Fuster, la bruja más mediática.
Hay que reconocer que ambos chicos propiciaron la aparición de Aramís ya que eran aficionados al ocultismo. Adrián se consideraba hijo de la luna y creía en la reencarnación y Vicente se consideraba “viajero en el tiempo”.
Los consejos de la bruja Aramís no funcionaron, como tampoco lo hicieron sus predicciones. La pareja no llegó a buen puerto (aunque Aramís veía en ella mucha química) y la bruja huyó.
Han y Aritz de GH
Pues sí, esta pareja ya acostumbrada a las cámaras fue la encargada de celebrar el programa dedicado al Orgullo Gay de First Dates.
Fueron al reality de citas a ciegas para darse una segunda oportunidad tras su primer intento en su paso por Gran Hermano. Esta vez tampoco funcionó del todo, aunque a Aritz se le notaba en esta ocasión más interés en que la relación saliera a flote.
A pesar de la buena intención, ambos ponían pegas sobre el otro: que si Aritz era celoso decía Han; que si Han no sabía comportarse en público argumentaba Aritz. En fin, que por mucho que se quiera “segundas partes nunca fueron buenas”.