Televisión

Lo que podemos aprender de Years and Years para la lucha LGTBI+

La miniserie de HBO España nos trae un escenario distópico en el que los derechos humanos corren peligro por las innovaciones tecnológicas y el auge del fascismo

Years and Years, miniserie de BBC disponible en HBO España, se ha convertido en la gran sorpresa de la temporada. Creada por Russel T. Davies, el también creador de series LGTBI+ tan importantes como Queer as folk (la original), Banana, Cucumber o A very English scandal, nos traslada a un futuro muy cercano creando una distopía muy realista y que nos sirve de lección.

Seguimos la vida de una familia inglesa, los Lyons, hasta el año 2034. Lo que podría ser un melodrama familiar al estilo de This Is Us, termina convirtiéndose en algo mucho más potente e importante. Una especie de Black Mirror que va un paso más allá y en que el colectivo LGTB+ tiene un papel fundamental.

A continuación, repasamos ¡CON SPOILERS! lo que hemos aprendido tras acabar los seis capítulos de Years and Years.

1. El fascismo ya está aquí

La historia de Vivienne Rook (Emma Thomson) y su partido Movimiento 4 Estrellas está inspirada en Matteo Salvini y su Movimiento 5 estrellas, con rasgos de Marine Le Pen.

Sin embargo, ya no tenemos que irnos a Francia o Italia para descubrir el fantasma del fascismo. En España ha alcanzado los gobiernos de ciudades y comunidades con los acuerdos de gobierno de VOX con PP y Ciudadanos.

Como en la serie, la ultraderecha utiliza los medios para lanzar su mensaje demagógico y manipulador. Mientras la gente se ríe y le quita importancia, sus bases se van ampliando, el mensaje va calando a la vez que ocultan sus verdaderas intenciones.

En Years and Years vemos en los diferentes personajes de la familia Lyons los errores que se pueden cometer con la ultraderecha. Desde pensar que son unos frikis que no van a conseguir nada, como opinan Daniel Lyons (Russell Tovey) o Stephen (Rory Kinnear) hasta creerse su discurso como Rosie Lyons (Ruth Madeley).

En la otra cara de la moneda tenemos que señalar el apoyo de Edith Lyons (Jessica Hynes), una activista que cree que la subida al poder de Rook y su partido es la mejor manera de crear el caos y acabar con el sistema. Una postura que nos recuerda a la del actor porno anarquista Colby Keller en su apoyo a Donald Trump.

La serie nos muestra, sin embargo, los graves costes en vidas humanas que tiene buscar el fin del sistema apoyando al fascismo. Pasa hoy cada día en el mar Mediterráneo con los inmigrantes y refugiados ahogados o en la frontera de Estados Unidos con México. Los Lyons lo sufrirán en primera persona con la muerte de Daniel.

Acabar con el sistema a nivel teórico puede sonar muy bien, pero no hay que olvidar nunca que para que eso pase puede que tú o tus seres queridos tengáis una muerte horrible o que os manden a un campo de concentración y os dejen morir.

2. No te dejes engañar con la posverdad

Las fake news y la posverdad campan a sus anchas. En Years and Years vemos cómo son utilizadas por el partido de Vivienne contando verdaderas barbaridades que, aunque en un principio nadie parece creer, termina calando en el inconsciente colectivo.

En España pasa lo mismo. Ideas tan disparatadas como las declaraciones de Rocío Monasterio, de VOX, afirmando que en los colegios públicos se enseña zoofilia pueden hacernos reír como hacían reír las ocurrencias de Rook. O incluso las últimas acusaciones y montajes de violencia de otros partidos de derecha al colectivo.

Y es que, aunque finalmente los tribunales terminen demostrando la verdad, como pasó con Pablo Iglesias sobre informaciones falsas sobre la financiación de su partido, en la población siempre queda un poso de duda. Vivienne lo muestra perfectamente cuando surge un software capaz de crear declaraciones falsas de vídeo en sus rivales políticos. Desmiente su veracidad y, a la vez, se dirige al espectador: pero lo habéis escuchado, ¿verdad?

La posverdad y los bulos no pueden tomarse a broma porque pueden hacer que nos terminen matando.

3. Todo puede ir a peor

Una constante en los seis capítulos de Years and Years es que las cosas siempre encuentran la manera de seguir empeorando, desde las condiciones laborales a los derechos sociales o la situación económica.

Es importante tener en cuenta que los derechos que tenemos hoy en día no están garantizados, aunque estén en la Constitución. Hay muchos ejemplos en la historia universal y también en la nuestra.

En España, el delito de sodomía se derogó por primera vez en 1822 para volver a aparecer en 1825. En 1848 volvió a desaparecer y en 1928 apareció de nuevo. En la II República se volverían a legalizar las relaciones homosexuales (con la excepción del Ejército) hasta el golpe de Estado de Franco, no permitiéndose de nuevo hasta 1978 (y 1986 en el Ejército). Y esto por no hablar de la situación de las personas trans, que no han conseguido algunos derechos básicos hasta bien entrado el siglo XXI.

Que ahora las personas LGTBI+ tengan determinados derechos no quiere decir que los podamos seguir teniendo mañana. Lo vemos en la serie y lo vemos en nuestra historia, que es un continuo de idas y venidas. Organizarse y luchar es la única manera de evitar que nuestros derechos fundamentales desaparezcan.

4. El cambio climático es parte de la lucha

No solo tenemos que defender el colectivo, también tenemos que defender el entorno en el que vivimos. Hace tiempo que el cambio climático dejó de ser una amenaza para convertirse en una realidad.

En la serie, Groenlandia y la Antártida se han derretido y las nuevas condiciones climáticas han convertido grandes partes del mundo en inhabitables, creando grandes movimientos de refugiados a nivel mundial. Sin embargo, como dijo Vivienne Rook en el primer episodio, a la mayor parte de la gente no le importa, solo quieren que le recojan la basura y vivir en un vecindario tranquilo.

Como en la ficción, podemos ver cómo en España la comodidad se ha impuesto al sentido común, con la eliminación de Madrid Central por parte del nuevo gobierno de derecha de la ciudad, retomando niveles de contaminación de hace más de una década en un solo día.

Years and Years nos enseña que la lucha es transversal y que apostar por nuestros derechos como colectivo es también luchar por un mundo sostenible en el que todos quepamos.

5. No actúes contra tu propio colectivo

Después de que Daniel deje a su marido Ralph (Dino Fetscher) por el refugiado ucraniano Viktor Goraya (Maxim Baldry) en el final del primer episodio, Ralph se tomará su venganza. Aprovechará que Goraya trabaja sin contrato en una gasolinera para denunciarlo y conseguir que sea deportado.

Viktor no muere en Ucrania, sino que consigue seguir luchando llegando a Francia y España, pero su deportación tiene como consecuencia directa la muerte de Daniel cuando este intenta ayudar a su pareja a llegar a Reino Unido.

No sabemos si Ralph llega a enterarse de lo que ha provocado, pero nos sirve para aprender que cuando actuamos contra uno de nosotros, todos salimos perjudicados. Como cuando en la Alemania nazi se denunciaba a los vecinos, solo puedes estar enfrente o ser cómplice. Y hay que dejar las diferencias de lado y luchar por un mundo en que el colectivo LGTBI+, independientemente de su sigla y de lo bien o mal que te caiga uno de sus miembros, tenga su espacio. Porque, a lo mejor, el siguiente no es tu ex marido, el siguiente puedes ser tú.

6. Todos somos cómplices

El momento cumbre de la serie tiene lugar en el último episodio cuando la matriarca de la familia, la anciana Muriel Deacon (Anne Reid), hace un repaso de todas las ocasiones en las que la sociedad no actúo como debería y cómo el mundo había ido cambiando por culpa de su indiferencia.

Cuando parece que las cosas no pueden ir a peor, el discurso les hace un clic. Es verdad, todos somos cómplices. Quizá no podemos enfrentarnos al sistema por cada injusticia que veamos. Pero si queremos dejar de ser cómplices, cada discriminación a una persona LGTBI+, cada derecho que falte por conquistar, cada lugar en el que la homosexualidad o la transexualidad esté perseguida, cada intersexual obligado a operarse al nacer, cada uno de los problemas a los que nos enfrentamos debe tener una respuesta colectiva.

Solo de esta manera podremos no seguir empeorando en derechos. Los derechos no solo se conquistan sino también se defienden y se amplían. Y no lograrlo es culpa de cada uno de nosotros.

7. La unión hace la fuerza

Tras el discurso de Muriel, Bethany (Lydia West), decide contar lo que sabe a su tía Edith. Su padre, Stephen, ha estado detrás del ingreso de Viktor en un campo de concentración. Con la ayuda de su madre, Celeste (T’Nia Miller), sus compañeros de trabajo y los contactos en los movimientos sociales de Edith trazan un plan para salvar a Viktor y exponer al mundo estos campos de exterminio.

A la vez, Stephen y Rosie están luchando por su cuenta. Stephen por desvelar la existencia de los campos y Rosie para enfrentarse con las fuerzas de seguridad que le han metido en un gueto con alambradas por su situación económica.

En el último episodio de Years and Years vemos cómo siempre hemos tenido las herramientas para cambiar el mundo y convertirlo en un lugar mejor. Y solo tenemos que usarlas.

El final nos muestra que no todo está perdido. Que el futuro está en nuestras manos. Que podemos –y debemos- enfrentarnos y luchar por nuestros derechos como colectivo y por todos los colectivos vulnerables. Solo trabajando juntos conseguiremos vencer.

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