
En una entrevista a la revista Queery, el guionista responde claramente a la pregunta que muchos se habían hecho: ¿Pensó en Epi y Blas como una pareja gay? “No tenía otra forma de contextualizarlos. Siempre he pensado en ellos como pareja“, asegura Mark Saltzman.
Siempre hemos tenido la sospecha de que Epi y Blas eran pareja. De hecho, en Estados Unidos siempre ha habido polémica por este tema. Sin embargo, en Barrio Sésamo nunca se ha representado la relación de estos guiñoles como algo sexual. Al contrario, siempre se ha representado como una pareja que cuida uno del otro, y que velan por el bienestar del otro.
A pesar de que nunca han dormido en la misma cama, era muy extraño que dos compañeros de piso durmiesen en la misma habitación. Asimismo, la actitud paternalista de Blas hacia Epi hace pensar que se profesan un amor infinito. No les brillan los ojos porque son muñecos, por que si no… las miradas hubiesen hablado por sí solas.
Este secreto a voces sirvió de inspiración para una portada del New Yorker, en la que se puede observar a la pareja en actitud cariñosa mientras ven la televisión. Esta portadas se publicó cuando el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictó sentencia sobre los matrimonios homosexuales.
Sin embargo, y a pesar de la paciencia que Blas tiene con Epi, los gestos cariñosos y la fotografía enmarcada de los dos en el salón de su casa (no hay nada más «parejil» que esto), la organización educativa que está detrás del programa infantil ha desmentido, en el siguiente comunicado en Twitter, las palabras del guionista:
“Como siempre hemos dicho, Epi y Blas son los mejores amigos. Fueron creados para enseñar a los niños que las personas pueden ser buenas amigas de otras que son muy diferentes a ellos mismos. Incluso aunque están identificados con personajes masculinos y poseen muchas características y rasgos humanos (como la mayoría de los personajes de Barrio Sésamo), siguen siendo marionetas y no tienen una orientación sexual”, aseguran en un comunicado en Twitter.
Sean o no sean pareja, a nosotros nos parece que juntos, forman un tándem estupendo y, mientras se quieran, y expresen ese sentimiento en los más pequeños, no tenemos que ponerles etiquetas.