Smiley, la nueva comedia romántica española de Netflix que ha estado arrasando desde su estreno el pasado 7 de diciembre, cuenta la historia de «dos hombres y sus amigos que lidian con las dudas, las inseguridades y las oportunidades perdidas mientras buscan el amor verdadero que les falta en sus vidas.»
Basada en una obra de teatro escrita por Guillem Clua, la cual se estrenó en Barcelona en 2012 llegando posteriormente a Madrid, tiene como protagonistas a Carlos Cuevas, quién interpreta a Álex y Miki Esparbé, que da vida a Bruno.
Álex es un camarero al que le han hecho ghosting y que muy enfadado llama a Bruno, sin saber que se está equivocando de número. Es así como da comienzo una historia de amor de 8 capítulos.
Sin embargo, y aunque nos encantaría que esta historia se trasladase a la vida real, los actores han confesado en una reciente entrevista con LOS40 que su relación siempre ha sido de amistad y que ambos son heterosexuales, aunque está relación les ha ayudado ha mostrar tanta complicidad en la pantalla.
Currar con un amigo siempre suma muchas cosas. Hay un nivel de complicidad entre él y yo que claramente se puede recrear pero hay algo innato que ya es, sobre todo la confianza que tenemos tanto en la pantalla como en los ensayos, declaró Cuevas.
Ante esto, les preguntaron si creían que funcionarían como pareja en la vida real, a lo que Miki respondió que son muy compatibles.
Los actores además hablaron del ‘Hate fucking‘ ya que en la serie se afirma que «el sexo con alguien que odias es mejor que con alguien que quieres«, a lo que tanto Cuevas como Esparbé respondieron que no estaban de acuerdo.
También les preguntaron si hace falta ser incompatibles para ser compatibles siguiendo la trama de la serie y Cuevas respondió con un rotundo no, sin embargo para Esparbé «desde una incompatibilidad se puede pasar a algo complementario«.
Los actores además pudieron hacer frente a las polémicas que han podido surgir por los clichés de la comunidad LGTB+ que aparecen en la serie y Cuevas lo tiene claro:
Confiamos mucho en nuestro instinto y criterio como actores y estábamos muy bien acompañados. Guillem Clua, David Martín Porras y Marta Pahissa, tres pilares fundamentales, uno de ellos creador del proyecto y que lo conoce desde hace 10 años que a cualquier alarma habría levantado la mano. Ha visto muchos Álex y muchos Bruno en sus versiones teatrales y cuando una nota desafinaba nos corregía.
Por su parte Esparbé declaró que Smiley juega con los clichés pero que tienen la oportunidad de representar a los personajes a lo largo de 8 capítulos, por lo que no se quedan en la capa superficial de uno va al gimnasio (Álex) y el otro en un intelectual (Bruno), sino que pueden mostrar sus capas más profundas, lo que les permite alejarse del cliché.
Puedes ver a entrevista al completo aquí:
