
Darryll Rowe, peluquero británico de veintiséis años, ha sido condenado a, mínimo, diez años de prisión por transmitir deliberadamente el VIH a cinco personas tras intentarlo con diez entre octubre de 2015 y enero de 2016 en Brighton y el Nordeste de Inglaterra.
Después de conocerse a través de Grindr, Rowe se citaba con los hombres con la intención de contagiarles el VIH. Obligaba a sus citas a practicar sexo sin condón y, posteriormente, les enviaba mensajes de texto groseros:
«Quizás tengas fiebre porque me corrí dentro de ti y tengo el VIH», es uno de los mensajes que envió a sus víctimas.
En otro caso, Rowe reveló su estado serológico a su cita y admitió que rasgó el preservativo. Además, le llamó «estúpido» por desconocerlo. Por su parte, Rowe niega tener VIH y asegura que alguien le ha tendido una trampa.
«El caso de Rowe es el primero de este tipo que se produce en el Reino Unido, y es algo excepcionalmente raro con lo que toparse. Transmitir intencionadamente el VIH es un delito deplorable», ha declarado Deborah Gold, Directora Ejecutiva de National AIDS Trust (NAT).