
Licenciada en Filosofía y Letras, Boti García Rodrigo ocupa el máximo cargo de la Dirección General de Diversidad Sexual y LGTBI, del Ministerio de Igualdad. Este este órgano gubernamental que se encarga de los asuntos relacionados con la discriminación por orientación sexual e identidad de género. Sin embargo, antes de ejercer la política, Boti García Rodrigo siempre fue (y será) activista por los derechos del colectivo LGTB+.
Docente durante una década y actualmente funcionaria pública, Boti comenzó su activismo en los 90, cuando se integró en COGAM, el Colectivo LGTB+ de Madrid, en el que llegó a ser vicepresidenta y, posteriormente presidenta. Con el comienzo del nuevo milenio, en el año 2000, Boti se incorporó a la ejecutiva de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) como responsable de relaciones institucionales, y en marzo de 2012 ocupó el cargo de presidenta de la Federación.
La activista ha batallado por la consecución y la defensa de los derechos LGTB+, entre ellos el del matrimonio igualitario, aprobado en 2005 por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Asimismo, su andadura en la política no es nueva, ya que en 2004 y 2008 fue candidata por Izquierda Unida al Congreso de los Diputados y en 2011 por Equo.
Boti ha recibido el elogio de gran parte de la sociedad, y se ha visto premiada con varios galardones, los más recientes el Premio Estatal al Voluntariado Social 2019 de la Secretaría de Estado de Servicios Sociales o la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Madrid en 2018.
Y es que Boti dedica la mayor parte del día a la militancia LGTB+, porque como muy bien ha declarado en alguna ocasión: «No concibo mi vida sin el activismo, porque cuando se escriba la historia del movimiento LGTB+ quiero decir con orgullo «yo estuve allí, yo contribuí en alguna medida, a cambiar la vida de lesbianas, gais, transexuales y bisexuales.«».
Boti García Rodrigo es uno de esos rostros visibles en la lucha de la igualdad LGTB+ en España. Una persona que lo da todo por nuestra causa, y que no dejará que nuestros derechos se vean mermados, nunca.