
«Ha habido varias veces en las que el demonio ha intentado atraparme, pero nunca lo consigue. Es curioso, siempre que me despierto estoy agotada, de huir».
Con tales declaraciones de la emblemática Whitney Houston comienza el documental que retrata su vida y con el que se revelan experiencias desconocidas de la mítica cantante.
El 11 de febrero se cumplirán 10 años de la muerte de Whitney Houston, una de las mejores voces que hubo en el mundo y por la que acabó convirtiéndose en todo un icono musical de los años 90. Es por ello que RTVE estrenó ayer el documental de la diva del pop dirigido por Kevin MacDonald, Whitney.
Un film que narra los hechos más dramáticos que acabaron marcando un antes y después en la vida personal y profesional de la artista, cuya voz se apagó para siempre a los 48 años, tras su muerte en el año 2012. De esta forma, este documental biográfico ofrece un relato sincero y profundo sobre la verdadera historia que se escondía detrás del éxito de la inigualable Whitney Houston.

Un retrato detallado y muy íntimo sobre las vivencias de la cantante, en el que se muestran imágenes de archivo, actuaciones nunca antes emitidas de la diva del pop, e incluso el testimonio de sus familiares, amigos y colaboradores.
Así pues, la cinta ofrece el relato de su madre, hermanos, ex marido, amigos e incluso empleados. A lo que suma también imágenes exclusivas del álbum familiar y grabaciones caseras que revelan el lado más sincero de la cantante.
Llevado a cabo por el gran director Kevin MacDonald, a través de este documental el espectador descubre las diferentes facetas de la vida de Whitney Houston, la cantante que pese a su muerte, sigue inspirando a las generaciones actuales.
No hay duda de que Whitney Houston fue una de las cantantes más importantes del mundo, gracias a sus habilidades vocales y su talento como artista, cualidades que hicieron que vendiera más de 200 millones de discos.
Sin embargo, tras los focos y las cámaras se encontraba una joven afroamericana de Nueva Jersey que en su camino hacia la fama y el éxito, tuvo que hacer frente a diferentes episodios violentos y depresivos que finalmente acabaron tanto con su carrera profesional como con su vida.
Sus primeros pasos
Tras nacer el 9 de agosto de 1963 en el seno de una familia de clase media de Newark (Nueva Jersey), Whitney Elizabeth Houston creció en los barrios de la ciudad donde se desarrollaron varios disturbios raciales a finales de la década de los 60.
Conocida por sus más allegados por el apodo de Nippy, los padres de la joven cantante decidieron llamarla Whitney por la actriz de comedia Whitney Blake. Siendo el ojito derecho de su padre por ser la única niña y la menor de tres hermanos, la joven Whitney desde que nació estuvo rodeada de música pues su madre, Cissy Houston, también era cantante.

De esta forma, desde que tuvo uso de razón, Whitney Houston quiso dedicarse al mundo de la música. No obstante, sus primeros proyectos profesionales fueron como modelo.
Aún así, comenzó su trayectoria musical en el coro de la Iglesia Bautista Nueva Esperanza, del que era la directora musical. A partir de esa primera toma de contacto, Houston pasó a actuar con su madre en un local de Manhattan, donde Clive Davis, el fundador de Artista Records, la descubrió cuando tan solo tenía 17 años.
Así pues, su primera actuación profesional sería en el legendario club de jazz Mikell’s, en la gran ciudad de Nueva York.
Un éxito casi inmediato
«La negra que hacía canciones de blancos», así es como era considerada por muchos afroamericanos, quienes criticaban a la cantante por haber traicionado a la música propia de su raza, así como el jazz, el soul o el góspel.
Sin embargo, las críticas se convirtieron en vítores y aplausos cuando en el año 1991 interpretó el himno de los Estados Unidos en la final de la Super Bowl, uno de los eventos más destacados del estado.

Tras cambiar el compás de la melodía de The Star-Spangled Banner, inspirada en la actuación de Marvin Gaye, la partitura pasó de 3×4 a 4×4, lo que hizo que se alargaran las notas de la canción, otorgándole a la misma un estilo de jazz y góspel.
Dichos cambios y su espectacular capacidad vocal, hicieron que la actuación de Whitney Houston fuera un hecho histórico, nunca antes visto ni escuchado. A partir de dicha aparición, las críticas hacia la cantante quedaron atrás, dando así comienzo a una trayectoria repleta de éxitos y respeto.
Robyn Crawford, un amor imposible
Además de las actuaciones y cintas inéditas, el documental también descubre la relación que mantuvo la cantante con quien era su asistente, Robyn Crawford.
Ambas se conocieron en un campamento cuando eran adolescentes, sin embargo no fue hasta principios de los años 80 cuando decidieron entablar una relación.

Un romance que la propia Crawford narró en el libro publicado en 2019, A song for you: My life wiith Whitney Houston.
En él se explica como Robyn, quien era abiertamente lesbiana, era repudiada por la familia de la cantante al no aceptar su orientación sexual. La presión por parte de la familia y la unión matrimonial que conservaba Houston con su marido, hicieron finalmente que Robyn le diera un ultimatum a la diva del pop.
«O tu marido o yo», con tales palabras se dirigió a su amante, Whitney, quien decidió después de todo y teniendo en cuenta la escasa tolerancia de la sociedad de la época, quedarse con su marido Bobby Brown.
De esta forma, ambas mujeres no pudieron disfrutar juntas de su condición sexual, debido a las presiones por parte de la sociedad y la poca visibilidad que recibía en aquellos años la comunidad LGTB+.
Una vida repleta de relaciones tóxicas
Tras casarse con otra de las grandes figuras de la música negra, el rapero Bobby Brown, la cantante siguiendo los pasos de su marido, comenzó a consumir marihuana, cocaína y alcohol junto a él. Fue tal la adicción de ambos que incluso llegaron a descuidar de su única hija, Bobbi Kristina Houston.
Una pequeña que creció en un entorno un tanto hostil, lo que hizo que acabase sufriendo también de adicción a estupefacientes y queriendo acabar con su vida. Su conducta fue de tal gravedad que en 2015 fue hallada inconsciente y trasladada al hospital, donde murió a los 22 años tras estar seis meses en coma.

Sin ser capaz de salvarla y protegerla, Whitney Houston llevaba a su hija a sus giras y conciertos ya que no quería que nadie le atacase, tal y como a ella le ocurrió en su infancia. Y es que tal y como se narra en el documental, la prodigiosa voz negra sufrió abusos sexuales durante su niñez.
Tanto ella como sus hermanos fueron víctimas de abuso por parte de su prima Dee Dee Warwick, 18 años mayor que la cantante. Pese a que Houston nunca hablase públicamente de este suceso, tras su muerte, su asistente Mary Jones lo aseguró entre lágrimas, tal y como se puede ver en esta película.
Además de tales episodios en su vida, la artista también tuvo que enfrentarse a su padre, quien durante muchos años estuvo robándole dinero a la joven. Algo que le rompió el corazón a Whitney, quien no quiso saber nada más de su progenitor desde entonces.

Todos estos detalles y muchas experiencias más de la artista se descubren en esta obra de MacDonald, donde además se ofrece información sobre los minutos antes de la muerte de Whitney Houston. La mítica cantante murió ahogada accidentalmente en su bañera tras haber consumido cocaína y sufrir un paro cardíaco. De esta forma, se ponía punto y final a la trayectoria y vida de toda una estrella musical, uno de los mitos de la música que nunca podrán ser olvidadas.
Aún así, después de una década de su muerte, muchos apuntan a que la muerte de la artista fue un homicidio, es por ello que los investigadores han solicitado reabrir el caso de su muerte y exhumar el cuerpo para resolver un caso lleno de «misterio y los errores en la investigación» de tal forma que se llegue a la vedad, tal y como se cuenta en este increíble y revelador documental.