
En la historia de lucha por la igualdad de derechos del colectivo LGTB+ las canciones han jugado un papel fundamental, letras más o menos reivindicativas que han tratado la diversidad sexual incluso en épocas convulsas.
En la actualidad, ‘iconos gays’ como Lady Gaga y su Born This Way, Mika con Love Today o Todrick Hall y Nails, Hair, Hips, Heels, han posicionado sus canciones como auténticos himnos LGTB+. Pero todo comenzó mucho antes.
En algún lugar por encima del arco iris,[…] y los sueños sobre los que soñaste, los sueños se hacen realidad. Sin saberlo, en el año 1939, Judy Garland se convirtió en uno de los primeros iconos gays con la canción Somewhere over the rainbow, de la película El Mago de Oz. Este mundo ideal fue el que inspiró al colectivo LGTB+ para comenzar a luchar por sus derechos, en junio de 1969, el mismo día en el que Judy fue enterrada, y a dar color a la bandera que todavía hoy representa nuestras reivindicaciones.
Cuando en 1968, Shirley Bassey cantaba al mundo aquello de Esta soy yo, esta soy yo, Esta es mi vida […] Déjenme vivir en su gran éxito This is my life, poca gente intuía el mensaje de libertad que incluía la canción. Este tema sonaba durante los disturbios de Stonewall Inn en 1969 en Nueva York, y tras este momento histórico, el colectivo LGTB+ comenzó a aparecer explícitamente en la letra de canciones de artistas de gran renombre.
Sin ir más lejos, Rod Stewart cuenta en The killing of Georgie (1976) la vida de un amigo gay rechazado por su familia, Georgie era gay, supongo. Nada más, ni nada menos. El tipo más lindo que conocí. Por la misma época, en 1978, seis tíos que encarnaban a la perfección los fetiches gays estadounidenses, los Village People, se subían a los escenarios de todo el mundo a cantar: Es divertido estar en el Y.M.C.A. Tienen de todo para que los hombres disfrutéis, puedes pasar el rato con todos los chicos.
Los 70 también vieron nacer a mujeres que pronto serían consideradas divas gays, como Gloria Gaynor con su famoso I will survive (1978), o su reivindicativo I am what I am (1984), o Diana Ross con I’m coming out (1980).
En la España de los 60 y 70, la censura franquista no permitía tanta libertad en la música. El colectivo se refugiaba en las folclóricas y las letras del maestro Quiroga como reflejo de sus dramas y sufrimientos. Lorca había escrito anteriormente romances con letras claramente homosexuales e incluso transexuales, pero no fueron cantadas hasta el siglo XXI. Por eso no levanto mi voz, viejo Walt Whítman, contra el niño que escribe, nombre de niña en su almohada, ni contra el muchacho que se viste de novia en la oscuridad del ropero; una estrofa de Oda a Walt Whitman a la que el cantaor Miguel Poveda ha puesto voz en 2018.
En 1969, con la dictadura aún en activo, Raphael se colaba en todas las pantallas de televisión de España cantando La gente quiere paz y se enamora, y adora lo que es bello nada más. Digan lo que digan los demás, una letra que junto a Qué sabe nadie (1981) han convertido al cantante en un referente para el colectivo.
Si en los 70 se compusieron temas eternos para la música LGTB+, en los 80 grupos como The Queen, Mecano, Alaska y Dinarama y artistas como Cindy Lauper o Prince hablarán sin tapujos sobre el colectivo LGTB+. Es más, muchas de estas canciones siguen siendo a día de hoy verdaderos himnos de lucha y reivindicación. Pero eso, se merece otro artículo.
Es en mi mundo en el que quiero tener un poco de orgullo, mi mundo, y no es un lugar en el que me tenga que esconder. La vida no vale nada hasta que puedes decir: «soy lo que soy». Gloria Gaynor, I am what I am.