
Ella y 1950
Ella tenía el mundo a sus pies y era capaz de hacerla reír con tan solo un parpadeo. Era erotismo a cualquier hora del día. Ella se describía como la mujer de hielo, pero a mí no me engañaba, pues vi los vellos de sus brazos erizarse con poesía.
Ella era un espectáculo de danza cuando caminaba, que hipnotizaba y te hacía suspirar. Y no puedes ni imaginar lo bien que se veían con el corazón desnudo después de una noche de rocío y música de fondo.
Pero el problema entre ellas realmente no era lo que sentían. El problema fue conocerse en una época que de libertad se carecía, y si con suerte no te fusilaban te mandaban a la cárcel por maleante, peligrosa o vaga.