
El triángulo rosa de Dave Santleman son de esas historias que en solo unas páginas se agarran fuertemente a nuestro corazón.
En apenas 100 páginas nos adentramos en una novela romántica que toma como inspiración algunas de las vivencias de Rudolf Brazd, quien fuera el último superviviente conocido portador de un triángulo rosa— el correspondiente a los varones homosexuales y que los reclusos habían de colgarse en el pecho de manera visible.
En El triángulo rosa se muestra la historia de manera simultánea el recorrido de sus dos protagonistas: Erich, un antiguo alto cargo del Partido Nazi que decide confesarle a su sobrino, por medio de unas cartas, la historia del que fuera su gran amor de juventud— y, a su vez, el otro protagonista—, Hannes; un escritor al que conoció en 1939, cuando éste estaba prisionero en el campo de concentración donde Erich se encontraba destinado.
Con esta novela no solo se rinde homenaje a esta persona, Rudolf Brazd, cuyo testimonio y experiencia quedaron recogidos por medio de multitud de escritos, entrevistas y presencia mediática. Sino es un homenaje a todas aquellas personas que tuvieron que sufrir para que tú, lector, y yo, escritor, podamos vivir en un mundo en el que amar de manera libre e indistinta sea un derecho y no un privilegio.
Los capítulos se presentan narrados en primera persona y de manera alternativa por cada uno de los protagonistas, y por medio de saltos cronológicos permiten al lector adentrarse de lleno en una de las épocas más turbulentas de Europa, visitando con detalle desde los locales del Berlín más tolerante— previo al Tercer Reich— hasta los infestos barracones del campo de concentración de Buchenwald.
Una lectura amena, con una historia profunda, sencilla y sincera, de la que es imposible escapar hasta que no damos con sus últimas páginas. Una historia que nos revuelve el alma al volver a vivir a través de los ojos y sentimientos de sus protagonistas, que millones de personas han muerto por amar a otra persona de su mismo sexo, o por tener una identidad sexual distinta a la que ha nacido.
Tal y como nos cuenta su autor Dave Santleman, «durante la II Guerra Mundial, los campos de concentración nazis albergaban prisioneros de todas las edades, géneros y rangos sociales. Si bien es cierto que la comunidad judía fue, con diferencia, la más castigada y perseguida por este atroz acontecimiento de nuestra historia contemporánea, no fue la única: los presos políticos, los gitanos, los Testigos de Jehová y sí, los homosexuales, también fueron víctimas de la persecución, el encierro, el odio y las vejaciones instigados por el partido de Adolf Hitler».
El triángulo rosa es, a mi parecer, mucho más que una historia de amor (ficticia) entre dos hombres. Es una novela que muestra un momento muy amargo y triste de nuestra historia reciente, que todxs debemos conocer.