
Recuerdo que lo primero que hice al salir de la librería fue coger el móvil para intentar saber un poco más de ese vocablo que captó mi atención desde el primer momento, y si ya andaba despistado, lo que leí en las redes me dejo aún más desorientado si cabe.
Pero bueno, de todas las descripciones que vi me quedo con el significado que se le da en una obra llamada «La Metamorfosis de Ovidio«, en ella el Pigmalión representa a un escultor que quedó enamorado hasta las trancas de una estatua que él mismo esculpió, y creo que después del análisis morfológico que acabamos de hacer de esta compleja y nueva palabra, ya podemos empezar con nuestra reseña.
No sé si alguna vez os lo he comentado, pero me gusta ser sincero en mis reseñas, y si habéis notado hasta ahora que todas mis críticas suelen ser positivas es porque si un libro no me impresiona demasiado, me limito a no escribir sobre el o al menos así lo estoy haciendo hasta ahora.
En esta ocasión, tengo que decir que este ejemplar tardo un poco en acaparar mi interés, pero una vez que lo hizo consiguió despertar en mi ese espíritu que me empuja a querer engullir el libro que tengo en las manos.
La historia que guarda entre sus páginas me recuerda a una canción de una de nuestras grandes, Ana Belén, aquella canción que llevaba por nombre «El hombre del piano«, y que los que la hemos escuchado alguna vez sabemos que nos habla de lo cruel y dañino que puede ser el amor, al irme sumergiendo de lleno en la obra me sentía como si estuviese sentado en un sofá frente a un individuo, el cual acaba contándote sus más oscuros secretos, sus sentimientos y la tortura sufrida por unos maltratos psicológicos (que pueden llegar a ser mucho peores que los fisicos).
Para poder explicar mejor lo que quiero transmitir de esta novela, voy a intentar poneros en situación. Imaginad por un momento que lleváis años con un sentimiento guardado muy dentro de vosotros, ya sea amor, odio, rencor, etc. Algo que está deseando salir y que amenaza con explotar de un momento a otro, pero ese momento esperado no llega porque la persona a la que van enfocadas esas sensaciones simplemente no está, bien porque se fue o porque falleció o lo que sea.
Pero un día, cuando menos lo esperas surge la oportunidad de dejar salir esos demonios que habitan dentro de ti, pues esos demonios y todo lo que les rodea son los que encontraréis al tener en vuestras manos la obra que nos regala este escritor madrileño.
Y bueno, para no cambiar y conservar las buenas costumbres, acabo mi reseña literaria con una frase, y en esta ocasión utilizo una que me dijo un día una buena amiga psicóloga:
“ESPERAR QUE LA VIDA TE TRATE BIEN POR SER BUENO ES COMO ESPERAR QUE UN TORO NO TE EMBISTA POR SER VEGETARIANO»
Y hasta aquí llegamos, espero que esta reseña os guste, y la disfrutéis como habéis disfrutado las que hice hasta ahora.