
Honduras se sitúa como el país con la tasa más alta de homicidios hacia personas trans en todo el mundo. De hecho, se calcula que las mujeres trans de este país tienen como media una esperanza de vida en torno a los 30-35 años pues, según afirmaba la activista trans Claudia Spellmant para el New York Times, «lo llaman limpieza social» y «no quieren personas trans en la calle».

En este sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos investiga la muerte de Vicky Hernández, una mujer trans de Honduras que fue asesinada hace doce años.
La joven fue asesinada presuntamente a tiros por la policía del país durante el golpe de Estado que hubo en Honduras en junio de 2009, con una bala de calibre desconocido y un condón usado junto al cuerpo.
Sin embargo, después de tanto tiempo, todavía no se han realizado pruebas forenses con esos indicios y, además, existen dudas sobre si las autoridades realizaron una autopsia al cuerpo.
Así pues, las organizaciones Cattrachas Lesbian Network y RFK Human Righs, demandantes del caso que ejercen como representación de los fallecidos, consideran que el responsable del asesinato de la joven es el propio gobierno y que Honduras vulneró su derecho a la vida que respalda la Convención Americana sobre Derechos Humanos al no haber realizado una investigación efectiva del suceso.
Sin embargo, el gobierno del país rechaza cualquier responsabilidad de la muerte de Vicky y defiende que no hay pruebas que justifiquen que la policía estuvo implicada en el fallecimiento.
La resolución del caso podría cambiar la situación de las personas trans en Honduras

El caso llegó a la Comisión Interamericana en noviembre en una audiencia virtual y su resolución se producirá en breve. En este sentido, los activistas confían en que dicha decisión sirva como precedente en América Latina y cambie la situación actual a la que se enfrentan estas personas del colectivo.
Bruna Benevides, una investigadora de la Asociación Nacional de Travestis y Transexuales de Brasil, declara que «estamos observando muy de cerca cómo el resultado del caso podría afectar sobre la situación en la región».
Asimismo, Víctor Madrigal-Borloz, experto en discriminación por identidad de genero de la ONU, afirmaba que «el caso de Vicky Hernández se convertirá en un hito sumamente importante».
Asimismo, Rihanna Ferrera, mujer trans, comentaba que dicho caso era relevante porque podría obligar al gobierno a llevar a cabo al menos algunas mejoras evidentes en el país, como permitir que se puedan realizar cambios legales en el nombre, según el medio.
Ferrera perdió a su hermana en 2019, Bessy, que fue asesinada y también era transgénero. «Después de lo que le pasó a mi hermana, decidí no irme y enfrentarme a esta discriminación, estigma, violencia y criminalización», declara Rihhana.
«No necesitamos sacar a la gente del peligro. Necesitamos confrontar al Estado y decirles: aquí estamos y estamos en peligro. No tenemos que irnos. Tú, como gobierno, tienes que resolver esto», puntualizaba.