
La Asociación COGAM de Madrid reveló un estudio que se hizo público en el mes de abril. En el reciente estudio se mostraba un porcentaje de personas que no creen que el colegio sea un ambiente suficientemente seguro para el colectivo, aumentando del 16,8% al 21,2% en tres años.
La homofobia en los menores
Un 26% de alumnado madrileño asegura no ser heterosexual pero por otro lado, un 35% confirma tener prejuicios hacia los compañeros que forman parte de la comunidad LGTB+. El mismo estudio declara que únicamente el 23% de los estudiantes de la secundaria son homosexuales o bisexuales abiertamente.
Muchos expertos en salud mental han advertido ya sobre los riesgos que esto acarrea. La homofobia durante esta etapa puede causar inseguridad, aislamiento y depresión en los menores.
La discriminación hacia menores homosexuales, transexuales o bisexuales es una realidad que ocurre habitualmente en diferentes entornos sociales, incluyendo el educativo».
Aclaraba laAsociación para la Gestión de la Integración Social GINSO.
Es un rechazo producido por su identidad u orientación sexual. El bullying llega a generar aislamiento social en los niños que incluso “llevarlos a considerar el suicidio» añaden. Los expertos dictaminan que las tasas de suicidio predominan en este colectivo, multiplicando por 8 su riesgo en el caso de personas trans.
“El sentimiento de desesperanza y la falta de apoyo pueden llevar a estos jóvenes a situaciones extremas. Algunas víctimas de la homofobia recurren al consumo de drogas o alcohol, usándolos como una forma de escape frente a las dificultades», explica el experto Javier Urra, director clínico de RECURRA-GINSO.
La familia como apoyo y soporte
En ocasiones, según advierte Urra, el menor sufre un rechazo hacia su sexualidad por parte del propio entorno familiar. “La falta de apoyo por parte de familiares o amigos genera soledad, desolación, interrogantes, incomprensión y profunda tristeza, pudiendo alentar los pensamientos suicidas en el adolescente».
La familia juega un papel fundamental como apoyo psicológico a un menor. Es fundamental la ayuda a estos jóvenes para poder lidiar con ciertas situaciones que se dan en el día a día, mediante la asertividad y empatía. Esto es imprescindible fomentarlo, la asertividad con ayuda de especialistas y psicólogos.

Sin embargo, es una necesidad que en los colegios promuevan el respeto, la tolerancia e igualdad en los niños. Un lugar donde pasan la mayor parte del tiempo los menores y donde actúan a su libre albedrío con sus compañeros y profesores.
“Prevenir el acoso escolar por orientación e identidad sexual sigue siendo una tarea pendiente en la mayoría de los centros educativos, los profesionales de la salud y la educación debemos enseñar valores igualitarios y esforzarnos por evitar la diferenciación y la discriminación, explicando al los jóvenes que lo distinto enriquece y que los seres humanos no somos clónicos» incide Urra.