
El libro de la polémica lleva por título El país de las maravillas es para todos y muestra a los protagonistas de cuentos tradicionales como colectivos discriminados, lo que incluye a personajes gitanos y también LGTBI. Cenicienta, por ejemplo, aparece en esta historia como una lesbiana.
La Agencia del Gobierno Metropolitano de Budapest, cuya jefatura depende directamente de Orban, ha lamentado en un comunicado que la obra «se vende como un libro infantil» sin mostrar ningún mensaje que alerte de que «los cuentos presentan patrones de comportamiento que se desvían de los roles de genero tradicionales«, informa la agencia estatal.
Así, las autoridades creen que «los consumidores podrían adquirir el libro basándose en información falsa y encontrarse con contenido que va más allá de los cuentos tradicionales», por lo que han ordenado a la editorial, Labrisz, que publiquen algún tipo de aviso, según la nota recogida por la agencia Bloomberg.
Orban, que también ha criticado públicamente este libro, impulsó en 2020 una serie de reformas constitucionales que, entre otras cosas, impiden la adopción de niños por parte de parejas homosexuales.