
La administración Trump reclama que la ley estadounidense solo habla de discriminación laboral en basa a raza, color, religión, sexo y origen nacional, y olvida completamente, ¡la orientación sexual!
A Trump y su equipo de gobierno le importa mucho si eres gay, lesbiana, trans, bisexual…si tu orientación sexual difiere a la establecida por un mundo machista y homófobo, te vas a la calle. Por ello, el último ataque del ejecutivo ha sido en contra de las leyes que protegen a los trabajadores LGTB+.
El Departamento de Justicia del gobierno estadounidense ha pedido al Tribunal Supremo que retire las garantías que evitan la discriminación laboral por orientación sexual y género (incluidas en el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964).
Ahora el Tribunal Supremo está estudiando el caso y tomará una decisión en octubre. Si Trump consigue su objetivo, dará otro duro golpe en su batalla contra el colectivo LGTB+. Desde su llegada a la Casablanca, ha logrado retrocesos sociales como la exclusión de las personas trans del ejército, la reducción de los derechos sanitarios trans, la supresión de protecciones a los estudiantes trans y la igualdad jurídica entre la libertad religiosa y la identidad, por lo que las empresas privadas podían discriminar a personas LGTBI porque “están en su derecho religioso”.
Esta nueva lucha surge con motivo de tres casos de homofobia y transfobia que aún están a la espera de una resolución: dos hombres gais despedidos de sus trabajos y una mujer trans despedida tras anunciar su transición. Pues sí, aunque es triste, esta es la realidad en pleno s.XXI.