
Queridas, he vuelto ya de mis vacaciones y estoy deluxe. Estos días me han servido para reflexionar, hacer un reset y volver con las pilas cargadas. Os escribo mientras espero que llegue mi amiga Verónica para hacer el café, la adoro pero le temo a todas y cada una de las quedadas que hacemos.
Recuerdo que el día anterior de que empezase el primer estado de alarma estábamos cenando en un restaurante chino y justamente hoy que volvemos a vernos, vuelven a decretar un estado de alarma.
Ahora faltará ver en que nos afecta, de momento sabemos que no podremos salir a la calle desde la media noche hasta las seis de la madrugada. Veo a gente muy afectada pero yo tampoco tenía intención de salir a dar una vuelta a las tres de la madrugada con el fresquito de la noche. Qué pereza.
Por cierto, este fin de semana he visto el último episodio de Veneno, la serie que recoge la historia de Cristina Ortiz más conocida como la Veneno y de verdad, menuda fantasía.
La materia prima se basa en la biografía que escribió la periodista Valeria Vegas de Cristina y que también aparece a modo de coprotagonista de la serie.
Te gustará o no la Veneno pero la serie se tiene que ver por qué recoge la realidad de todo un colectivo y muestra todas las problemáticas que hasta ahora formaban parte de la intimidad más oscura de las chicas transexuales.
Aunque no soy demasiado amigo de lo que desprenden los Javis, pues creo que basan su imagen en los medios en la divinidad y el mirar por encima del hombro, sobre todo Calvo, tengo que admirar el trabajazo que han hecho, al igual que ya hicieron con ‘Paquita Salas’.
Hay un trabajo de documentación, de ambientación y un casting que deja sin sentido. Maravillosas especialmente Dana Santiago e Isabel Torres interpretando a Cristina, acompañadas del resto de personajes que acaban de ensalzar la trama.
Los cameos de Pepe Navarro y Faela Sainz, descubridores de la Veneno, acaban de dar el toque de oro a esta producción que se ha podido seguir exclusivamente a través de la plataforma de videos bajo demanda de Antena 3, aunque ayer domingo por la noche se emitieron los dos primeros episodios en abierto.
No entiendo que una serie de tantísima calidad narrativa e interpretativa, sumado a una factura final tan exquisita en cuanto a imagen, sonido y localizaciones, solamente tenga recorrido a través de una plataforma que aún empieza, pues podría haber sido todo un éxito si se hubiese emitido semanalmente en Antena 3.
Me causa especial cariño que en la serie aparezcan las amigas de la Veneno y que tan bien la conozcan. Por otro lado, siento vergüenza por la familia de Cristina. Nunca supieron estar a la altura, ni siquiera cuando esta falleció. Hablaban de un tal Joselito y que creo que ya solamente forma parte del pasado casposo, poco espático e indomable de los Ortiz.