
Su nombre es Jamie Alexander, de Toronto, Canadá y es el padre de Ruby, una niña trans. Su historia nos ha llegado al alma. Estos pequeños gestos nos ayudan a contar con una sociedad más igualitaria y diversa.
Al ver que su hija no se sentía segura cuando iba a nadar, llevando trajes de baño estándar hechos para niñas, se puso manos a la obra y comenzó a diseñar bañadores exclusivos para ella y otras niñas trans que pasan por la misma situación.
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Para ello Alexarder, tal y como cuenta él mismo, se asesoró para poder acompañar a su hija durante su transición y además, no se hizo el de la vista gorda cuando notó las dificultades que representaba ser una persona trans, como por ejemplo encontrar ropa cómoda que no la hicieran sentir insegura.
Así en su diseño este padrazo habló con más de 50 familias, y estas le contaron que hijas también le contaban problemas similares, algo que sin duda lo alentó a seguir con sus planes.
Todo se ha materializado en unos trajes de baño que se sienten y se ven como un bikini normal, pero con un gran plus. La prenda también puede usarse por las niñas cisgénero.
El diseño segñun cuenta, es de spandex en el exterior y con un forro de malla al interior que es capaz de comprimir con suavidad sin causar molestias.
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