
El pasado domingo, el SG Flensburg-Handewitt se alzó con la victoria en la primera vuelta de Bundesliga de balonmano y aprovechó la ocasión para transmitir un claro mensaje a favor de la diversidad y de la tolerancia.
Al finalizar el partido, todos los jugadores posaron juntos tras una bandera multicolor dónde se podía leer: ‘Balonmano por la diversidad y la tolerancia’.
Además el SG Flensburg-Handewitt, ganador de la Bundesliga 2018 y campeón de Europa 2014, cuenta con una fundación que lucha por los niños con discapacidad en países en vías de desarrollo.
Dicha fundación, denominada SG Plan International, lleva a cabo infinidad de proyectos con el fin de atender las necesidades de los niños, tanto a nivel educativo como médico.
El jugador de balonmano sueco que juega como pívot en el SG Flensburg-Handewitt, Tobias Karlsson, fue el principal promotor de tales acciones, además de ser un gran defensor de los derechos del colectivo LGTB. Un claro ejemplo es que Karlsson pretendía salir al campo de juego, en el Europeo 2016 disputado en Polonia, con un brazalete de arcoíris. Con dicha acción quería mostrar su rechazo a la legislación discriminatoria hacia los homosexuales que se impone en Polonia.
Pero esta temporada se prohíbe usar brazalete en competiciones oficiales, por lo que el jugador ha decidido hacer sus propias zapatillas con suelas arcoíris en las que ponen: ‘igualdad’ y ‘diversidad’.
«Esta es mi última temporada y quiero demostrar que no me doy por vencido. No entiendo por qué no están de acuerdo [la EHF] en promover esos valores. El balonmano significa respeto y tolerancia, y debería ser un lugar para todos»
Tobias Karlsson