
El estudio realizado se llama ‘Hacia centros de trabajo inclusivos’ organizado por el sindicato UGT y presentado ante el Ministerio de Igualdad.
Exclusión en el entorno laboral
La encuesta confirma que el 55% de las personas trans ha reconocido ser excluida tanto de directa como indirectamente en entrevistas de trabajo.
El responsable confederal y activista Toño Abad ha denunciado que:
Esto genera situaciones de discriminación inaceptables que obligan a ocultar nuestra condición sexual en el trabajo para no penalizar la carrera profesional».
El informe ha recogido más de 2 mil entrevistas, entre ellas, 1.500 personas no eran LGTB+ y casi 1.000 eran LGTB+. Se ha dividido entre sectores privados y públicos, en ambas ha habido la mismas respuestas pese a la diferencias de sectores.
Abad se muestra totalmente disconforme con esta situación donde aclara que se permite que los partidos políticos sitúen la bandera LGTB+ y feminista en la papelera »como si fuésemos algo desechable’‘.
Distinción de derechos y salarios
Hay ciertas consecuencias en derechos y también salariales donde el colectivo LGTB+ se ve perjudicado ante esta exclusión. Se evita hablar de la vida personal renunciando incluso a pedir permisos por matrimonio o como acompañante a nuestra pareja en visitas médicas.
Durante el ámbito laboral se declara que »tres de cada 10 personas LGTB+ confirman haber sufrido agresiones verbales; un 78% con chiste y rumores sobre la orientación sexual y un 52% son insultos. Unas conductas que personas del colectivo lo determinan como un inconveniente para buscar un trabajo.
Por otro lado, el responsable de UGT ha confirmado que la Ley Trans y LGTBI+ han sido un gran avance para los derechos de estas personas. En éstos se implementa un protocolo concreto que lucha contra el acoso discriminatorio en empresas. Una finalidad de conseguir unos centros de trabajo más inclusivos, algo que se quiere conseguir en una próxima legislatura.