
Hace algunos años conocimos la historia de Jang Yeong-jin, un norcoreano que pese a ser homosexual en un país asiático como Corea del Norte, pudo contar su historia a través de sus memorias A Mark of Red Honor, donde narraba cómo fue la huida de su país para poder vivir en paz y en libertad.
Su confusión y fuga
El escritor vivió momentos difíciles en su vida por las tradiciones afincadas en su país. Con la edad de 27 años se casó con una mujer, con la que nunca llegó a tener descendencia puesto que no sentía ningún tipo de atracción sexual hacia ella, ni hacia ninguna mujer.
Fue entonces cuando decidió contárselo a su hermano, a lo que este respondió llevándolo al médico a ver si podían hacer algo por él. Puesto que pensaban que lo que le ocurría debías ser algún tipo de enfermedad.
Hasta el momento en el que estuvo interno no sabía lo que le pasaba, sin embargo, allí se dio cuenta de que no era al único hombre que esto le ocurría. En su país no había leyes que prohibieran el amor entre dos personas del mismo sexo, dado a que su unión está mal vista socialmente.
Yeong-jin no sabía qué le pasaba: “La homosexualidad no es un concepto en Corea del Norte”. Las relaciones entre personas del mismo sexo no están penadas ni tienen ley, aunque los medios las califican como síntoma de “la decadencia moral de Occidente"https://t.co/bF2NhIqEpd
— El País Gente (@elpais_gente) March 24, 2021
Durante el matrimonio su exmujer y él sabían que no llegarían a ser felices juntos nunca. Por lo que tomaron la decisión de divorciarse, algo que en su país no era nada fácil. De repente Jang Yeong-jin se dio cuenta de que estaba empezando a sentir atracción por uno de sus amigos de la infancia, fue entonces cuando decidió fugarse del país haciendo que su esposa pudiera casarse y ser feliz con otro hombre.
“Sí quiero”
Desde su fuga en 1997, ha podido vivir feliz mostrando su condición sexual sin ningún tipo de problema. Ahora, está a punto de casarse con un restaurador estadounidense con el que lleva varios años saliendo tras conocerse en una web de citas.

Al principio no le gustó su forma de vestir pero desde que llegó la pandemia, el escritor se dio cuenta de que su pareja era el hombre de su vida. Fue entonces cuando meses después su pareja le pidió matrimonio. Ahora se encuentra tramitando unos papeles para demostrar que su matrimonio en Corea del Norte habría terminado.
A pesar de que él pudo vivir su vida feliz, piensa en su familia a menudo, ya que estos fueron desterrados a una pequeña aldea donde envían a las personas desleales al régimen. Por el momento, el escritor sabe que su madre y cuatro de sus hermanos murieron por culpa del hambre y de algunas enfermedades, y todo por ser él homosexual.