
Ha sido en respuesta a una serie de preguntas planteadas al Vaticano por el Obispo José Negri de Santo Amaro, de Brasil. Se ha establecido en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano publicado este pasado miércoles 8 de noviembre. Constituye un precedente para el colectivo LGTB+ en la Iglesia.
Las personas homosexuales y transexuales podrán ser madrinas o padrinos de bautismo, siempre y cuando cumplan con “ciertas condiciones” y no haya “riesgo de escándalo”, según palabras del Papa.
“Sin embargo, dado que esta tarea no constituye un derecho, la prudencia exige pastoralmente que no se permita si existe riesgo de escándalo, de legitimación indebida o desorientación en el campo educativo de la comunidad eclesial”.
También se ha hecho referencia a los hijos de parejas homosexuales
Continuando con la cuestión del bautismo, el pontífice ha aclarado que no existe ningún impedimento para que una pareja homosexual pueda bautizar a sus hijos, independientemente de si han sido adoptados o concebidos por gestación subrogada. El Papa ha señalado que el recién nacido deberá ser bautizado con la “esperanza fundada de que será educado en la religión católica”.
Pequeños avances
Pese a haber mucho espacio para mejoría, el Papa Francisco está haciendo historia como el primero en reconocer muchas realidades LGTB+. Estas declaraciones suponen un paso adelante en un largo camino por la aceptación del colectivo en el seno de la Iglesia.
No son las primeras declaraciones del Papa en esta dirección. El pasado mes de enero declaró ante Associated Press que la homosexualidad no es ningún crimen.
“Todos somos hijos de Dios, y Dios nos ama como somos y por la fuerza que cada uno tiene para luchar por su dignidad. Ser homosexual no es un delito”.