
El pasado 8 de abril, veinte personas LGTB+ que se escondían a las afueras de Kampala (Uganda) fueron arrestadas por la policía alegando que no estaban cumpliendo con las precauciones en relación con el COVID-19. Dicen las autoridades que no han respetado la distancia social y que han podido propagar el virus. Varias organizaciones LGTB+ han criticado esto y afirman que realmente la policía se ha aprovechado de esta minoría con excusa del coronavirus.
El grupo estaba formado por 14 hombres homosexuales, 2 hombres bisexuales y 4 mujeres trans. El portavoz de la policía, Patrick Onyango, niega que las acusaciones de los grupos activistas LGTB+ sean ciertas. Estos decían que el grupo fue arrestado por ser una minoría sexual y por cuestiones de orientación sexual e identidad de género.
Se han presentado dos cargos contra el grupo: desobediencia legal y negligencia a la hora de evitar la expansión del virus. Esto implicaría penas de entre 2 y 7 años de cárcel. La sentencia saldrá a la luz el 29 de abril para veinte de lxs arrestadxs, pues antes eran veintitrés pero tres de ellxs fueron puestxs en libertad por razones médicas.
Patricia Kimera, abogada de Human Rights Awareness and Promotion Forum, declara que «siempre recurren a otras acusaciones para arrestar a gente por ‘comportamientos antinaturales’, por lo que el coronavirus les viene como anillo al dedo«. Está segura de que la razón de arresto es claramente por sus orientaciones sexuales y no por el COVID-19.

No es la primera vez que las fuerzas de seguridad arrestan a personas LGTB+ por razones cuestionables, ni tampoco el primer país con políticas anti-gay tan estrictas. En Uganda están son ilegales las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y pueden castigarse con cadena perpetua.