Los resultados provienen de un estudio publicado este miércoles en Rabat, por el M.I.P.A. (Moroccan Institute for Policy Analysis).
La investigación, que se realizó en los pasados meses de octubre y noviembre, cuenta con una muestra de 1.500 personas mayores de 18 años. De las cuales un 68 % pertenece al medio urbano.
Los resultados indican que casi la mitad (45 %) de los entrevistados no confían en los extranjeros ni en las personas que tienen otras religiones que no sean el islam (50 %). Un 88 % de los marroquíes no tendría un amigo homosexual, mientras que un 76 % no lo tendría ateo.
En cuanto a las instituciones del Estado
Además, los resultados revelan que los marroquíes que tienen salarios más altos (un 60% de los que ganan 3.000 euros mensuales) están menos satisfechos con los servicios públicos. Sin embargo, los que ganan menos demostraron más satisfacción (un 70% de los que reciben 300 euros al mes).
Respecto a la confianza en las instituciones del Estado, ocho de cada diez entrevistados confían en el Ejército, dos tercios en la policía y la gendarmería, pero solo un tercio confía en el Gobierno y una quinta parte en el Parlamento.
Asimismo, indican que casi todos los entrevistados (96 %) no pertenecen a ninguno de los más de treinta partidos políticos que existen en Marruecos, aunque un 42 % sí participó en las últimas elecciones generales de octubre pasado.
Las conclusiones del estudio señalan que un 74 % de las personas entrevistadas cree que los derechos humanos no se respetan en Marruecos, mientras que un 95 % piensa que las prácticas de soborno están extendidas en el país magrebí.
Marruecos tiene una trayectoria política negativa frente a la lucha LGTB+, como el rechazo a la legalización de la primera asociación, o los hasta 8 años de prisión por actos sexuales consensuales por dos personas del mismo sexo.
Por lo que hay que entender la noticia desde su contexto, para no caer en una generalización xenófoba del país magrebí. Su población LGTB+ no necesita un dedo señalándoles por prejuicios al provenir de Marruecos, sino una mano amiga.
