
En el mundo hay 70,8 millones de personas que se han visto obligadas a abandonar forzosamente sus hogares, la cifra más alta de toda la historia. Con motivo de la celebración del Orgullo LGTBI y de la conmemoración del 50 aniversario de su nacimiento, conviene no olvidar a los miles de personas que son perseguidas cada año a causa de su orientación sexual o su identidad de género, viéndose obligadas a huir en busca de la protección que sus países no pueden o no quieren brindarles. De hecho, actualmente 70 países criminalizan y persiguen a las personas LGTBI y 11 de ellos contemplan la pena de muerte.
España es uno de los pocos países que reconocen expresamente la persecución por orientación sexual o identidad de género como motivo para solicitar pedir asilo. Las personas que piden protección internacional atendidas por Accem provienen en mayor medida de países como Venezuela, Marruecos, Colombia, Rusia o Senegal; aumentando considerablemente en números de solicitudes por este motivo con respecto al año anterior. A todo el proceso traumático vivido, muchas de ellas suman un gran sentimiento de desarraigo debido a la ruptura familiar y social que se han visto obligadas a asumir debido a su condición sexual.
Accem analiza la situación de las personas refugiadas LGTBI
El informe ‘La situación de las personas solicitantes de protección internacional y refugiadas LGTBI’, elaborado por Accem, destaca la importancia de mejorar algunos aspectos en la atención en nuestro país a las personas que han sufrido persecución a causa de su orientación sexual o identidad de género y solicitan protección internacional.
Entre las medidas que propone se encuentran crear entornos seguros que faciliten la libre expresión de la identidad de los solicitantes y atajar otros tipos de discriminación que sufren en otros ámbitos, como en los espacios sanitarios o en la búsqueda de vivienda.