
El Vaticano ha publicado este lunes una nota aclaratoria para recordar que la Iglesia Católica no puede bendecir a las uniones de personas del mismo sexo, después de que en algunos ambientes eclesiásticos hayan surgido dudas sobre este tema tras la aparición del papa en un antiguo documental reconociendo que estaba a favor de que hubiera una «ley de unión civil» para que estas parejas estuvieran «cubiertas legalmente».
«La Iglesia no dispone ni puede disponer del poder para bendecir uniones de personas del mismo sexo», responde ahora el organismo vaticano, con la intención de dar por zanjado el tema.
«No es lícito impartir una bendición a relaciones, o a parejas incluso estables, que implican una praxis sexual fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer, abierta a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo», escribía también.
El documento se califica oficialmente como «Responsum ad dubium», es decir, una respuesta a una duda aprobada por el papa Francisco, el ex Santo Oficio respondió negativamente a la pregunta que se hacían muchos sacerdotes: ¿La Iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?
El departamento, heredero de la antigua Inquisición, argumenta su decisión explicando que las «bendiciones» pertenecen al campo de los signos «sacramentales» y ahí no pueden tener cabida las uniones entre personas de un mismo género. Y que, se añade, «no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia».
La respuesta se debe a que en «algunos ambientes eclesiásticos se están difundiendo proyectos y propuestas de bendiciones para uniones de personas del mismo sexo» y que «estos proyectos están motivados por una sincera voluntad de acogida y de acompañamiento de las personas homosexuales, a las cuales se proponen cambios de crecimiento en la fe» pero que no pueden convertirse en bendiciones, se indica en la nota.
Lo que sí permite el Vaticano, según esta nota aclaratoria, es que las «personas con inclinaciones homosexuales» puedan recibir la bendición de la Iglesia si así lo desean. Por tanto, la jerarquía eclesiástica defiende «acompañar» a los gais, pero no reconoce que sus derechos legales como parejas se equiparen a los de un hombre y una mujer. Por ese «acompañamiento» se suele entender seguimiento de un curo o incluso atención psicológica.
Las dudas que creó el papa Francisco
En un reciente documental sobre el papa, del director ruso Evgeny Afineevsky, el argentino afirmaba: «Los homosexuales tienen derecho a estar en una familia. Lo que debe haber es una ley de unión civil, de esa manera están cubiertos legalmente», una cita que fue la noticia en todo el mundo provocando además las críticas del ala más conservadora de la Iglesia.
En realidad, se trataba de dos respuestas distintas de una entrevista concedida a la periodista mexicana Valentina Alazraki, pero que nunca fueron entregadas por parte del Vaticano a su canal, Televisa, y editadas y publicadas en el documental como si fuera, sin contextualizar y que se refería a las leyes estatales mientras hablaba de su patria Argentina. Pero esta respuesta creó confusión e incluso la Secretaría de Estado contactó con los embajadores en cada país para explicar en una nota que no cambiaba la doctrina. Se trata así de la primera respuesta oficial por parte del Vaticano a unas palabras que daban, o eso creía, el beneplácito, a las uniones civiles por parte del papa.