En el ambiente caótico que ha generado el COVID-19, varias son las personas que se aprovechan de la situación para hacer su propia propaganda política. Así lo han hecho el primer ministro y el vice primer ministro de Hungría, Viktor Orbán y Zsolt Semjén, respectivamente, con una propuesta de ley que impide cambiar el género en los registros. Esto afecta principalmente a las personas trans.
El lunes 30 de marzo, el Parlamento húngaro voto a favor, en esta situación excepcional, de otorgarle los poderes especiales a Viktor por los que se le permite aprobar leyes sin control alguno. Se convierte así Hungría en una dictadura de facto, como si se hubiera dado un golpe de Estado.
Un día después, coincidiendo justo con el día de la Visibilidad Trans, el vice primer ministro presentaba un proyecto de ley que afectaba a casi todas las materias. En la sección 33, se habla de las modificaciones en el registro civil y se anula la posibilidad de cambiar el género. En el texto se puede leer que «es necesario definir el concepto de género al nacer» y que «dado que no es posible cambiar completamente el género biológico, es necesario indicar en la legislación que tampoco es posible cambiarlo en el registro«.
Por lo tanto, una vez más se alude a cuestiones biológicas y no de identidad, deslegitimando así a las personas trans. Todo esto ocurre dos años después de que entrara en vigor la ley que sí permitía los cambios en el registro civil. Es una lástima ver cómo algunxs se aprovechan de la situación y quiebran los avances del colectivo LGTB+ en la igualdad.
