Un joven tunecino ha sido asesinado tras recibir 37 cuchilladas por ser homosexual.
Su asesino, contactó con él para mantener relaciones sexuales. Cuando llegó a casa del joven le atacó con una botella de cerveza y se ensañó con la víctima por su condición de homosexual, lo que le condujo a la muerte.
El asesino fue detenido por la policía junto con un cómplice del asesinato cuando fueron por segunda vez a la vivienda de la víctima a robarle sus pertenencias.
Ambos están a espera de la celebración de juicio, pero no podemos confiar en que serán condenados porque en Túnez está penado por ley ser homosexual.
De hecho, las penas por practicar sexo con otro hombre es de cárcel y de tortura, por eso las organizaciones LGTB están luchando para que se elimine el artículo 230 del Código Penal del país que criminaliza las relaciones homosexuales y por el que casi 100 personas son arrestadas cada año.
Mientras tanto, recomendamos a la comunidad LGTB y al resto de ciudadanos que no viajen a países donde los derechos fundamentales de las personas no son respetados y, que en esta ocasión, está tan cerca de nuestro país.
Además, de la presión internacional, podemos hacerles mucho daño con el turismo. Nuestro corazón se rompe una vez más por esta barbarie.
