
Un asesinato cada diez días. Esta es la cifra de personas trans asesinadas en Estados Unidos en lo que llevamos de año. La última víctima ha sido Merci Mack una mujer transgénero negra de tan sólo 22 años.
En estos primeros meses de 2020 han sido asesinadas 18 personas. En cifras estos datos duplican los homicidios ocurridos en 2015 y 2016, según el recuento que realiza la ONG Campaña de los Derechos Humanos.
Señalamos que es negra porque estas personas sufren una discriminación doble. Tal y como apunta el fundador de la Coalición en Defensa de los Transexuales Negros, Carter Brown «para las personas transgénero no hay realmente espacio dentro la comunidad LGBT, y para la comunidad negra transgénero, no hay ningún lugar dentro de la comunidad negra».
En declaraciones recogidas por la cadena NBC, Cárter Brown alerta que el número de estos asesinatos está aumentando con la pandemia de la covid-19.
De esta manera, en estos primeros seis meses de 2020 se han producido 18 crímenes como el de personas transgénero, la mayoría de raza negra, según el recuento elaborado por la propia organización.
Es horrible. Hay que intentar bajar los números. Debemos construir movimientos más fuertes y para ello tenemos que dejar atrás esa época de individualismo exacerbado de la que venimos. Las personas que no respondemos a lo que el heteropatriarcado esperaría de nosotras tenemos que estar más organizadas, al menos tanto como la gente conservadora, que se reúne un rato todos los fines de semana en sus templos. En torno a una religión atea/agnóstica, no dogmática, feminista, antirracista, ecologista y aliada de los movimientos LGTBIQ, lo conseguiríamos, y seguramente se formarían muchas comunidades.