¿Quién de nosotros no utiliza el término petarda en su vocabulario diario? Si quieres saber más curiosidades y datos sobre esta palabra, sigue leyendo…
Es sabido por todos que los gay tenemos un vocabulario especial para nombrar que y a quien con palabras, cuanto menos, peculiares, cuyo significado no viene recogido en la RAE o por lo menos, no el que realmente queremos darle.
Incluso para el mundo heterosexual, una mujer petarda es aquella cansina, que no para de molestar con lo mismo una y otra vez. Pero no, para nosotros es algo divertido, para nada ofensivo, sino más bien afectivo.
Una petarda es una persona a la que la que le importa poco lo que digan los demás de ella, de hecho, podemos decir que el himno de este término podría ser la canción tan sonada de nuestra querida Alaska.
Las petardas hacen lo que le vienen en ganan cuando quieren. No piensan en el qué dirán, más bien, lo están buscando. Personas con carácter fuerte, que no tienen miedo a dar rienda suelta a lo que les venga en gana. Personas que saben reírse de la vida y de ellas mismas. ¿Qué cuáles son nuestras petardas preferidas? Nuestras divas del pop que están en lo más alto porque cómo son “unas petardas” y obviamente nuestra gran Mónica Naranjo, que nunca ha ocultado ser “una petarda”.
Además de para calificar a personas en general o en un cierto momento de su vida. El término petarda también se utiliza para actividades, series e incluso fiestas, como la que se organiza en Santiago titulada “De petardas al río”
Y es que este término da para mucho, tal es su fama que tiene hasta un libro, se trata de el “MANUAL DE LA PERFECTA PETARDA” escrito por Diossa, o lo que es lo mismo, Didí Escobart donde nos pregunta si ¿La petarda nace o se hace? Y donde con un sentido del humor desbordante, recrea a través de anécdotas el perfil de una petarda perfecta.
Si todavía no tienes una faceta de tu vida en la que te conviertes en un petarda, estás tardando ¡Arriba el petardeo!!!!!!
