
El comienzo del año, suele ser una de las fechas preferidas por todos nosotros para iniciar nuevos propósitos y nuevos hábitos, es ideal, nos decimos; Año nuevo, vida nueva, y parece que no hay nada que se interponga en nuestro camino, pero… muchas veces nos quedamos solo en las intenciones. ¿Te suena de algo?
Y es que la intención es el punto de partida, sin esa chispa no se encenderá la mecha, pero hace falta algo más y eso es donde aveces mas flojeamos, y es la voluntad, y la determinación, palabras claves en este tema.
Otro asunto que nos pasa a menudo es que queremos hacerlo todos de golpe, y eso no suele dar buen resultado. Una recomendación es que empecemos por uno, solo por uno. Esto hará que una vez integrado, cojamos fuerza y confianza para continuar con otros o subir el nivel que hayamos fijado. Por ejemplo, si nuestro habito a fijar era comenzar en el gimnasio, podemos empezar por ir dos o tres días por semana y una vez cogido este habito añadir más días y más intensidad.
Lo bueno es que una vez fijados, los hábitos se quedarán registrados y a nuestra mente y cuerpo le será mucho más fácil repetirlos y los automatizará, como hacemos con muchísimas acciones de las que apenas somos conscientes. Es un mecanismo que tiene nuestro cerebro para economizar energía, una de sus principales funciones.
Todos los hábitos tienen los mismos pasos para su integración, en este video que os añado al artículo de hoy podéis ver como funcionan y las claves para integrarlos con más éxito en nuestras vidas.
Os deseo un prospero año 😉