El delantero del Atlético de Madrid protagoniza una foto en el vestuario luciendo sólo una toalla y todo el mundo habla de lo que esconde debajo.
El Atlético de Madrid está de estreno y me estoy refiriendo a su nuevo estadio que tiene nombre de pez en la película de Buscando Nemo, Wanda (Metropolitano), y nada mejor que estrenarlo con una victoria en casa y una fotografía publicada en redes sociales de la que todo el mundo habla.
Lo hacía uno de sus jugadores, Saúl Ñíguez Esclapez, en su cuenta de Instagram, aunque no sea él, precisamente, el protagonista de esta historia, sino su compañero, Fernando Torres, mundialmente conocido como El Niño y… ¡vaya niño!
“¡Fantástico estreno con victoria, en nuestra nueva casa!” Rezaba el título de esta instantánea y vaya si ha sido fantástico, ya que nos ha permitido contemplar a Torres con su cuerpo desnudo sólo cubierto con una toalla. Algo completamente normal, no hay que sacar los pies del tiesto, si tenemos en cuenta que los muchachos están en el vestuario. Lo que no sería normal es que lo viésemos con un traje de neopreno.
A lo que iba… Que el muchacho ha subido la temperatura en el mundo, ahora que parece que el verano comienza a retirarse aunque no termina de llegar el invierno. Por lo que una vez que te recuperas del atontamiento que supone mirar esos abdominales marcados, con cada músculo en su sitio, como los niños buenos en clase, te topas de bruce con ese bulto en la toalla que ha centrado la atención mediática.
En algunos medios digitales se preguntan ¿qué ocurre debajo de la toalla de Fernando Torres? No creo que pase nada, sólo que el chico tiene un pene, sí, ese miembro que suele abultar, más o menos, en nuestra anatomía, y en el caso del futbolista se muestra en su máximo esplendor.
Pero el delantero de 33 años del Atlético Madrid no es la primera vez que puede presumir de bulto, ya sea dentro o fuera del terreno de juego. Quizás sea uno de los futbolistas que mejor marcan en el campo, y no me refiero a los goles, por lo que nos ha dejado muchas instantáneas en las que los ojos sólo pueden dirigirse en una dirección, la de su entrepiernas.
Pero lo mejor son los descuidos, gajes del oficio, que sufren en ocasiones los futbolistas durante los partidos. A todos se nos viene a la memoria, tirando de hemeroteca, esa mítica imagen de Emilio Butragueño, con el buitre fuera de las calzonas. Pero, emulando al mítico delantero madridista, a Torres casi se le salió el niño en una ocasión y, en otras muchas, ha lucido parte de su espléndida anatomía trasera en accidentadas jugadas.
Por todo esto y todo lo que queda por venir, Fernando Torres se ha convertido en uno de los futbolistas que más marcan dentro y fuera de los terrenos de juego.
