
El presidente de Francia gasta ocho mil euros mensuales en servicios de maquillaje para lucir hecho un pincel
Confiésalo, cuando Emmanuel Macron se convirtió en el nuevo mandatario de Francia, fuiste de los que pensaste: “al menos es un presidente guapo, más que Sarkozy”, aunque no esté casado con Carla Bruni.
Pues la belleza parece que le cuesta bastante caro a este ex banquero de 39 años, si tenemos en cuenta las últimas informaciones aparecidas en prensa que aseguran que ha gastado 26 mil euros en una maquilladora profesional que se ha convertido en su sombra, acompañándolo allá por donde pisa.
Ya sabemos que la imagen es cada vez más importante en un político y, aunque las cuentas no son lo mío, si se cumplen tres meses desde su proclamación, el presidente francés ha dedicado a su cuidado personal una media de ocho mil euros al mes. Con esta cifra bien podríamos cantarle a Emmanuel aquel éxito de Mecano de “sombra aquí, sombra allá, maquíllate, maquíllate”.
Pero los franceses no están para muchas mecanadas, como no podía ser menos, y han puesto el grito en el cielo con lo que consideran un gasto innecesario. Desde el equipo de Macron se justifican con que los dignatarios que lo precedieron gastaban más, pero que, de todas formas, esta partida presupuestaria se va a ver recortada en los próximos meses.
Amistoso con el colectivo LGTBI
Hombre, hay que decir, que con ese dineral que se gasta, no es de extrañar que el político aparezca siempre hecho un pincel, como el muñeco de una tarta de novios. Y eso nos encanta. Pero lo que más nos gusta es su abierta simpatía con el colectivo LGTBI, a pesar que durante la campaña para las presidenciales fueron muchos los rumores sobre su homosexualidad y sobre una posible relación con el atractivo Mathieu Gallet, presidente de Radio France, a pesar de estar casado con la que fue su profesora, una mujer 25 años mayor que él.
¿Y cómo decidió combatir este tipo de rumores? Pues apareciendo en la revista gay, Garcon, con una portada que no dejó indiferente a nadie, ya que, el candidato socialista posaba con el torso desnudo y luciendo músculos. Lástima que era un fotomontaje, pero no así sus declaraciones, desmintiendo este homoromance que generó tanto debate.
«Si han dicho que mantengo una doble vida con Mr. Gallet es porque mi holograma ha escapado», afirmaba en esta publicación poco antes de las elecciones presidenciales en la República Francesa. Terminando sus confesiones con una interesante declaración de intenciones, en la que dejaba claro que el colectivo LGTBI “siempre encontrará un defensor en mí”.