
Hablar de Auryn y de la posible homosexualidad de sus integrantes no es nada nuevo, pero parece que este tema sigue persiguiendo a algunos de los chicos de esta banda una vez disuelta.
Al que le están dando la tabarra con el tema últimamente es a Blas Cantó, que, tras su paso victorioso por el programa Tu cara me suena, se está metiendo en un terreno farragoso del que no sabemos si sabrá salir airoso.
Para entender de lo que hablamos habría que hacer un poco de memoria histórica y retroceder al pasado día 31 de mayo cuando el cantante acudía al programa ‘Sálvame’ para presentar su nuevo single ‘In your bed’. El tema dice en un momento de la canción “¿Por qué está mi chica en tu cama?” y le preguntaron, a colación, si esa canción era de una ex, a lo que él respondió con un “hasta el momento nadie se ha metido en la cama de ningún ex mío… ni de ninguna ex mía”.
Aquellas palabras ocuparon muchos titulares de prensa y todos apuntaban a una posible “salida de armario” y a una supuesta bisexualidad por parte del ex Auryn. Pero, como ocurren con estas cosas, la historia vuelve a enredarse y ahora dónde dijo digo, dice Diego.
Recientemente, en un acto público solidario, Blas Cantó ha dado marcha atrás y ha asegurado que nunca había reconocido que fuera gay, sino que “tenemos que ser más abiertos de mente”. A lo que sumó: «No podemos decir: ‘Hola, ¿cómo está tu novio?’. Hay cosas más allá y no hay que etiquetar a las personas. Ese es mi mensaje con mi música y a mis seguidores, que el amor está más allá de las personas. Al final hay que ser libre y sentir como uno quiere».
De ser realmente una persona homosexual, ¿cómo puede sentar en el colectivo que un chico, sobre todo, tan joven como Blas Cantó, reniegue de su sexualidad? Aunque, ¿es algo que debe incumbir al público o sólo debe interesarles su música?
Y si damos un paso más allá, ¿está actitud cara a la galería podría estar condicionada por la industria musical en la que se mueve, teniendo en cuenta al público al que puede ir dirigida sus canciones? Como ocurre con el fútbol, ¿existen otros sectores en los que las personas no pueden mostrarse como son públicamente por intereses económico? Un tema a tener muy en cuenta en plena era de modernidad figurada.
Sea como fuere, Blas tiene la última palabra y las riendas de su vida privada, eligiendo qué contar o no de la misma. Pero, en la mayoría de los casos, el mejor camino es la verdad, para evitar meterse en jardines en los que puede perderse y, luego, arrepentirse.