
A pesar de que no le agrada reconocerlo, Alberto Linero hizo historia en 2006 al ser el primer militar en el mundo en salir del armario y casarse con su pareja, también dedicado al ejército. Ambos contrajeron matrimonio en el Ayuntamiento de Sevilla llevando el uniforme de gala. A algunxs les pareció una barbaridad, a muchxs otrxs un gran paso para normalizar al colectivo LGTB+.
Alberto tiene la intención de participar en Gran Hermano VIP. Lejos de querer lucrarse, afirma que su entrada en la casa más famosa de la televisión serviría para hacer más visible a las personas LGTB+. “Si entro, quiero aportar normalidad a nuestro colectivo, y desechar las etiquetas y los estereotipos que la sociedad nos ha impuesto desde hace siglos”. Pero también quiere dejar clara una cosa: no entra para ser el representante del colectivo, sino él mismo y para luchar por lo que cree.
“Muchxs creen que porque hemos conseguido el matrimonio igualitario, ya lo tenemos todo. Pero queda aún mucho por hacer: trabajar el tema de las adopciones y la gestación subrogada y quitar el estigma de la sociedad sobre el VIH y seguir investigando los tratamientos para su cura y prevención.”.
El ex militar se lamenta de que el colectivo LGTB+ no esté unido a la hora de luchar por nuestros derechos. “Cada asociación rema para un sentido diferente y para revindicar lo que queremos necesitamos ser una piña o no conseguiremos nada”. Piensa que incluso la celebración del Orgullo LGTB+ se ha desvirtuado, que ya no se lucha por conseguir nada, sino que se ha convertido en dinero para los empresarios y una macrofiesta para nosotros.
Ahora, Alberto se centra también en su próximo enlace con su actual pareja, Ricardo Díaz, y la escritura de sus memorias. En ellas, quiere arrojar un poco de luz sobre su pasado en el ejército y contar a la sociedad todo lo que sufrió durante esta etapa de su vida.
Solo nos queda desearle mucha suerte en sus nuevos proyectos, tanto personales como profesionales y esperar que, dentro de Gran Hermano VIP, no pierda este sentimiento de lucha que siempre lo ha caracterizado.