
¿Cómo te encuentras tú personalmente, Charo?
La verdad es que ahora es una etapa complicada porque la situación política no parece tener un rumbo muy favorable para las personas LGTB+. Así, las personas que estamos dentro del activismo LGTB+ estamos más ocupadas, más alerta para intentar que los derechos que se han conseguido no se pierdan.
Eso hace que quizá el activismo que yo personalmente, y quienes me acompañan en este camino estamos haciendo ahora mismo se enfoca en eso y no al que podíamos hacer en otra época, donde se podía estar más relajada. Ahora mismo no cabe la relajación porque tenemos que luchar no solamente por avanzar en derechos sino por mantener los ya conseguidos.
¿De dónde nació ese activismo que tú tienes, históricamente hablando?
Comenzó cuando me interesé por una asociación en Málaga, al principio yo no tenía mucha idea pues con la pareja que tenía en ese entonces (y que tuve durante mucho tiempo) no teníamos visibilidad pública, no nos relacionábamos ni con el activismo ni con otras personas LGTB+ en general. Llegó un momento en que esa situación se volvió insostenible, sobre todo para mí. Comencé a entrar en contacto sobre todo con chicas lesbianas y a través de ellas conocí esta asociación en Málaga, Ojalá, que es la que actualmente yo coordino, y ahí me integré para ayudar en lo que pudiera.
Hubo una primera época que empecé a colaborar, después otra que por motivos personales dejé de ir y luego ya me reincorporé. Y dio la casualidad que cuando me reincorporé hubo una de estas crisis de vez en cuando hay en las asociaciones, sobre todo en las pequeñitas que se nutren de la voluntad y del tiempo que dan las personas, y me quedé yo sola en la asociación.
Me pasé casi dos años yo sola, moviendo la asociación que en realidad era unipersonal, se había quedado en nada porque todo el mundo se había marchado. Luego, en una de las cosas que organicé conocí a Sebas que es uno de los miembros de la directiva y que además hace una labor estupenda como diseñador gráfico. Gracias a tenerlo como una persona más que se interesó en la asociación comenzamos a sacarla a flote a través de la página web y las redes sociales.
Después de él se acercó otra compañera, psicóloga y así pudimos ofrecer presencia en la página web, redes sociales, asesoramiento jurídico, asesoramiento psicológico… desde entonces se han acercado otrxs compañerxs, somos un grupo pequeño pero ya no somos una o dos. Así fui integrándome un poco y viendo lo que yo podía hacer y aportar al movimiento LGTB+ primero de Málaga y luego de Andalucía, después de todas las personas que conocí.
Cuando eras una niña o adolescente, ¿sufriste algún tipo de bullying que hiciera que ese activismo surgiera de ti? ¿O tuviste una infancia / adolescencia más o menos tranquila?
Bueno, yo sufrí bullying pero no fue por mi orientación sexual porque realmente, como seguramente le pasó a mucha gente adolescente de mi época (tengo ahora 50 años) no teníamos esa información ni había la cantidad de organizaciones que hay ahora y, aunque sí que sentía atracción y de hecho me enamoré de una niña de mi clase cuando tenía 11 años, yo no sabía que eso tenía un nombre.
Solamente había escuchado de la homosexualidad masculina, pero tampoco sabía lo que era, lo único que sabía era que a los niños que les gustaba jugar con cosas de niñas les llamaban mariquitas, punto. Pero no conocía ninguna otra connotación de la homosexualidad y mucho menos de la mujer lesbiana. Eran sentimientos que creo que comparten otras personas, cuando empiezas a pensar en tu sexualidad y te das cuenta de que no te gusta lo que le gusta a todo el mundo, lo que dicen que te tiene que gustar. Tampoco era visible cuando era adolescente porque no lo tenía muy claro. Tenía claro lo que me gustaba pero no estaba definido, no sé muy bien como explicarlo. A parte, tampoco tenía un lugar a dónde ir ni gente a la que acudir, con lo cual no sufrí bullying por mi orientación porque ni era visible ni tampoco era clara para mí.
¿De qué te sientes más orgullosa de todo lo conseguido desde que comenzaste en el activismo?
Yo creo que de haber mantenido la asociación y sobre todo de poder ayudar a través de ésta a la gente que lo necesita. El activismo puede ser agotador y a veces se asienta en mí el desánimo pero incluso en los momentos en que estoy más cansada y desanimada, porque claro no solo es el activismo, es también mi vida personal, mi trabajo y todo lo demás.
Pero de pronto veo que alguien llama y yo consigo ayudarle, darle herramientas o derivarle a otra entidad que le pueda ayudar y se le resuelve su problema, entonces se me quita el cansancio y tengo ganas de continuar, porque veo que lo que hago sirve a la gente.
Es verdad que en nuestra generación hemos tenido pocos referentes debido a la falta de visibilidad, pero seguro que en alguien te has intentado reflejar de alguna forma, ¿tú has tenido algún referente para luchar cada día?
Creo que ninguno en concreto. Yo siempre miro a la gente que luchó y revindicó cuando no era tan fácil como ahora. Es verdad que todavía existe discriminación y hay delitos de odio hacia las personas LGTB+, insultos, agresiones… pero para mí, siempre pienso en las personas que vinieron antes de mí y sobre todo en las que lucharon por mis derechos durante la dictadura de Franco.
No era fácil y algunas personas, sobre todo los hombres gays y las mujeres trans acabaron en prisión, por luchar por los derechos que yo disfruto ahora. Eso siempre lo tengo muy presente, la deuda que yo personalmente creo que tengo con todas esas personas que arriesgaron mucho más de lo que yo estoy arriesgando ahora. Porque en el presente, a pesar del avance de la extrema derecha, todavía no nos ponemos a jugar la libertad y tenemos un sistema de derecho y un ordenamiento jurídico que nos defiende.
Sin embargo, otras personas lo tuvieron al contrario: un ordenamiento jurídico que lo que hacía era criminalizarles, meterles en prisión o incluso patologizarles y someterles a electroshock y muchas otras cosas. Esos son mis referentes, no tienen nombre y apellidos porque me parecería injusto solamente centrarme en las personas que han sido más visibles. Incluso ahora sabemos que hay personas que hacen un activismo invisible, pues lo mismo en esa época, hubo personas que lo hicieron así, y que pagaron un precio muy caro por hacerlo.
¿Tú cómo resumirías la situación actual del colectivo LGTB+ en España?
Las personas LGTB+ en España tenemos igualdad legal de derechos, es decir, tenemos todos los derechos de los que gozan todas personas, todos que están en nuestro ordenamiento jurídico (en la Constitución y otras leyes), sin embargo a pesar tener esa igualdad legal de derechos, todavía no hemos alcanzado la igualdad real de derechos.
Ésa última consiste en cosas que, para personas heterosexuales pueden ser tan simples como ir tranquilamente de la mano por la calle con tu pareja sin que nadie te moleste ni te insulte ni te agreda, el no sufrir bullying en el colegio por tu orientación sexual, el no sufrir acoso en tu centro de trabajo por ser LGTB+, o no tener miedo de decir en tu trabajo soy lesbiana, soy gay, mi pareja no es un hombre, etc.
¿Qué mensaje quisieras hacerle llegar a las nuevas generaciones LGTB+?
Les diría que los derechos que tenemos ahora han costado muchísimo conseguirlos, que mucha gente ha trabajado y ha sufrido por los derechos que tenemos, que no siempre se los hemos tenido y que mucho más fácil de lo que se han conseguido se pueden perder. Por tanto no hay que confiarse y hay que luchar no solamente por alcanzar esa igualdad real de derechos sino por mantener los que ya tenemos.
Muchas veces noto cuando tengo contacto con gente más joven (que muchos de ellxs ya han nacido prácticamente con e matrimonio igualitario aprobado), que no son conscientes de todo lo que costó llegar hasta aquí y parece que no se toman en serio cuando les decimos que hay que seguir reivindicando, haciendo más sólidos nuestros derechos, tener cuidado y no bajar la guardia porque como he dicho antes, igual que estos se han conseguido, mucho más fácilmente se pueden perder.
Eso ha ocurrido a lo largo de la historia muchas veces y ha ocurrido en algunos países: las personas LGTB+ tenían una serie de derechos y de pronto los perdieron. Aquí puede ocurrir lo mismo. Y como muestra, el intento de acabar con la Ley LGTBI por parte de VOX.