
Charlamos con una de nuestras actrices fetiche, Cayetana Guillén Cuervo. Una persona que desprende buen rollo, simpatía y amabilidad que nos ha terminado de conquistar con su personaje Irene Larra. Una chica lesbiana normal y extraordinaria que todavía tiene mucho que contar en ‘El Ministerio del Tiempo’, la serie española del momento.
Si hay una actriz por la que descubrimos el cine español, es por Cayetana Guillén Cuervo. Para los que todavía no la conozcan (si es que hay alguien) Cayetana Guillén Cuervo, es hija de dos grandes actores, Fernando Guillén y Gemma Cuervo, y hermana de otro grande, Fernando Guillén Cuervo.
Imposible olvidar sus papeles en ‘Todo sobre mi madre’, de Pedro Almodóvar, ‘El Abuelo’ de José Luis Garci, y por supuesto en películas de culto LGTBI, como son ‘Más que amor, frenesí’ y ‘Atómica’.
Además del cine, Cayetana forma parte de la historia del teatro y de la televisión de nuestro país. Actriz en series tan inolvidables como ‘Segunda Enseñanza’ o ‘Raquel Busca su Sitio’, y presentadora en ‘Atención Obras’ y ‘Versión Española’, desde hace casi 20 años. En Radio participando en programas como ‘Hoy por Hoy’ o ‘A vivir que son dos días’ y por supuesto escribiendo porque siempre le ha gustado escribir y siempre lo ha hecho.
Ahora sigue triunfando, con una de las series con más fans por metro cuadrado en España, ‘El Ministerio del Tiempo’, de la que nosotros también somos superfans, interpretando a la maravillosa Irene Larra.
Un personaje que este jueves 29 de junio va a dar mucho juego y del que te traemos imágenes que os van a encantar. “Irene (Cayetana) viaja al Ministerio de los 80’ donde se encuentra con Encarna (Rocío Madrid), la atractiva asistente del subsecretario de la época…” (las podéis ir viendo a medida que leáis la entrevista)

- Cayetana, tres temporadas interpretando a un personaje que está teniendo bastante trascendencia en la Comunidad LGTBI. ¿Cómo definirías y de dónde viene Irene Larra?
Irene viene de una época en España en la que se vivía bajo una dictadura y en la que la diversidad no se contemplaba. Cualquiera que se saliera de la norma que era una norma impuesta por los poderes fácticos era un bicho raro a reformar o ‘curar’.
Ella nace en 1930, por tanto en los años 60 cuando la captan en el Ministerio tiene 30 años, está en la plenitud de su vida y ella es lesbiana. Lo que pasa es que ella no ha podido desarrollar en absoluto algo que ella sabe muy bien que le ocurre. Que está casada con un tipo que la maltrata psicológicamente y no puedo contar mucho más porque entonces estaría haciendo spoiler.
Esta temporada se va a saber mucho más de Irene y no me quiero adelantar. Lo que sí te cuento es lo que ya se sabe. Irene es una tía muy capaz que trabaja en el Ministerio de Asuntos Exteriores, que ha sacado unas notas espléndidas a un nivel intelectual altísimo. Y cuando Leiva va a captarla como agente del Ministerio, ella estaba a punto de suicidarse.

Realmente El Ministerio capta a personas con un nivel de inteligencia, de capacidad y de convivencia muy refinados, pero que tengan pocos lazos emocionales con su época. Personas que hayan tenido una pérdida como era el caso de Julián o que por una cosa o por otra, no estén bien enlazados emocionalmente a su gente, porque así los lazos lo van a crear con el Ministerio y no van a estar queriendo volver.
De esta manera a Irene, su entorno no la acepta. Siempre está con contradicciones, la tratan como una enferma, y entonces cuando el Ministerio le da una segunda oportunidad lo tiene como prioridad absoluta. Irene ha decidido así que no va a perder ni un solo minuto de su nueva vida y que va a ser quien quiere ser.
Irene quiere ser una persona capaz y potente en su trabajo, y quiere ser activista en su elección de vida que es su orientación sexual. Funciona sin miedo a la crítica, sin miedo a juicio y además le da una conciencia que la hace ser escéptica, y con un humor inteligente y cínico que le gusta mucho al público.
- Desde Togayther vemos que Irene es un personaje natural. Teniendo toda la vida que nos has comentado y que nos has desvelado es un personaje sin traumas con respecto a su sexualidad.
Efectivamente, Irene no tiene trauma con respecto a su sexualidad. Ella tiene trauma con respecto a cómo la han tratado los demás. Y no permite ni una más. Siempre ha defendido su homosexualidad como lo más normal que le ha sucedido desde que ha nacido. No se ha dejado traumatizar.

- Es un personaje real que nos refleja.
Eso es lo que quiero decir. No hay drama en su postura (Es muy inteligente por parte de Javier Olivares) Se va a desvelar ahora en la tercera temporada lo que hay en torno a Irene.
Ya se sabía que estaba casada con un hombre que la maltrataba, que no la entendía, y que no la quería. Esto se va a profundizar un poco más en esta temporada.
Ahí está la riqueza del personaje. Es un personaje que cuenta que es el entorno el que enferma a la persona. Es decir, el trauma no lo llevas tú. Tu llevas una condición. Como te traten y te lleven los demás es lo que te va a marcar.
- Muchas novias y rollos pero sin embargo sigues sin encontrar a tu media naranja ¿la conocerá esta temporada o seguirá dedicada en exclusiva a su trabajo en el Ministerio?
No te puedo contar mucho porque me adelantaría. Lo que sí te puedo contar es que la prioridad para Irene es el Ministerio. Su trabajo y su realización que ella consigue en su trabajo está por encima de todo. Irene solo estuvo enamorada una vez, de Nuria, a la que pudimos conocer en el episodio 7 de la primera temporada; y solo la ha querido a ella.
Irene ante la diatriba de elegir entre el amor o el trabajo, se quedó con el trabajo. Irene lleva una doble vida al trabajar en el Ministerio del Tiempo y no puede contar esta verdad a la persona que más quiere. Por eso termina con ella, porque no quiere mentirle. Es muy difícil llevar una relación con mentiras.
Lo que sí te puedo decir es que en esta temporada, el personaje de Irene va a dar muchas sorpresas.

- Ya sabemos que Irene es una chica preparada, convencida y dedicada a su trabaja y por supuesto adelantada a su tiempo, siempre. Pero ¿crees que vive en el tiempo que le gustaría vivir o se sentiría mejor viendo en otro tiempo?
El 2017 es su momento. Irene vive en Chueca, en un piso pequeño pero de diseño que le ha decorado un amigo suyo gay (yo me lo monto así en mi cabeza), tiene pocos gastos, es una tía austera, de cero lujos. Pero lo que tiene de dinero se lo gasta en disfrutar. Y eso en el Ministerio se lo consienten porque es lo único que ella pide. Su espacio para disfrutar.
Y esto viene sobre todo porque Irene cuenta con una seguridad en si misma que no viene de un trauma. Viene de lo contrario. Cuenta con una gratitud hacia lo que le ha permitido ser feliz, que es el Ministerio.
- También cuentas con una legión de fans llamadas ‘Cayetaners’ casi todas chicas lesbianas, entendemos que super encantada, porque te has convertido en todo un icono LGTBI. ¿Qué supone esto para ti?
Pues un regalo. Un regalo, de verdad. Esto normalmente no pasa en la vida y me ha pasado a mi gracias a este personaje y también gracias a una actitud que he tenido toda la vida de apoyo y activismo con el colectivo LGTB, porque es que no puede ser de otra manera. Ojalá que haya un día que no tengamos nada que defender. Para mi es un orgullo enorme y una responsabilidad este personaje.
Pero por ahora hay que seguir luchando. En eso y en la educación a mi hijo que es lo más importante. Él convive con todas las parejas de amigos, lesbianas, gays en casa. Está acostumbradísimo y ese es mi legado. La normalidad que el niño tiene con eso y que al niño no le podrán nunca hablarle mal de eso porque se tirará al cuello.
- Siempre nos ha llamado la atención de tus personajes y sobre todo en tus intervenciones en entrevistas por ejemplo, la naturalidad con la que tratas cualquier tema, ‘normalizando’ y visibilizando la diversidad sexual. Siempre te ha resultado sencillo hacerlo o te ha traído algún problema.
Yo cuento con el Premio Pluma Mediática y es para mi uno de los premios más importantes, sobre todo por el que un colectivo vea en ti a un referente. Y respondiendo a tu cuestión, no me ha dado casi ningún problema. Muy poca, pero no merece la pena sacarlo a la luz. Creo que esto genera energía mala y eso no lleva a ningún lado.
- Nuestro colectivo está viviendo un momento agridulce actualmente. Una apertura y una visibilidad cada vez mayor, frente a un repunte de casos de violencia contra nuestro colectivo o el drama que se está viviendo ahora mismo en Chechenia. Para un personaje como Irene Larra donde la libertad forma parte de ella ¿Crees que repite la historia? ¿O sin embargo estamos avanzando?
Hay cosas que efectivamente en la historia se repite porque tiene algo el ser humano en su evolución, de cíclico y de bucle. Y pasa lo mismo con las ideologías. Una vez que se demuestra que algo no funciona parece que volvemos a cogerle a la pescadilla la cola y a volver atrás. Qué hace Trump si no ahí. Es como no puede ser que después de Obama…es como si tuviéramos que ir de un extremo a otro constantemente. Como si nos aburriéramos de una cosa y el hombre buscara el extremo.
Creo que hay cosas que va a costar mucho erradicar porque las leyes son didácticas y van por delante de los hábitos. Los hábitos cuestan más erradicarlos. Una ley es ejemplarizante y va por delante e intenta enseñarle algo al ciudadano si tiene unos mandatarios evolucionados que las crean, como fue Pedro Zerolo al entusiasmar y convencer a todo el Gobierno de Zapatero con la ley del matrimonio homosexual. Porque fue él, el que lo consiguió con su carácter, con su carisma. Hay personas como él que suman y que hacen avanzar al mundo.

Pero habrá otro con el mismo carisma de Pedro Zerolo que esté contando lo contrario. No digo aquí, sino en cualquier lugar del mundo. Y contra eso es imposible luchar porque los seres humanos somos muy variados y entonces es imposible. Y siempre hay gente que se cuela, y que intenta convencer de lo contrario. Les molesta tu pluralidad , tu libertad y le molesta tu felicidad.
Son personas que restan. El otro día veía uno de los documentales ‘Tabú” de Jon Sistiaga en Movistar donde un psiquiatra decía que la maldad es genética. Pero no porque haya genes que contengan la maldad, sino que hay genes que te hacen propicio a determinadas cosas. Un gen que te hace propicio a no ser empático, otro que no te hace vulnerable al dolor físico del otro, y sumando todo eso pues te convierte en una persona mala. Esto me parece terrible porque esto es menos esperanzador. Por eso creo que hay gente con la que es imposible entenderse. Porque te estás hablando de una genética distinta.
- Cambiando de tema y ya en pleno World Pride vamos a contar contigo como una de las pregoneras de esta gran cita junto a otros grandes nombres. Una pregonera que repite porque es tu segunda vez.
Este año lo que han decidido es llamar a varios personas que hemos sido pregoneros en otros años, para que sea un año especial. Va a estar Amenábar, Boris, Pepón Nieto…
- Y nos puedes adelantar un poco de cómo va a ser ese pregón.
Creo que cada uno vamos a decir unas palabras, porque todavía no está cerrado del todo. Vamos a repartirnos la responsabilidad.
- Ahora además de disfrutarte en la tele con ‘Atención Obras’ y con ‘Versión Española’ también podemos hacerlo con tu faceta de escritora con un proyecto muy personal en el que estás muy implicada. Hablamos de tu libro ‘Los Abandonos’ publicado este pasado mes de mayo. Un libro que maduraste durante la enfermedad de tu padre y donde reflexionas sobre los abandonos: el desamor, el abandono de uno mismo, la vejez…sin embargo lo consideramos un libro positivo.
Es un libro positivo y me alegra mucho que lo veas así. No ha sido para nada terapéutico para la muerte de mi padre, lo he escrito con una distancia. Cuatro años después de su muerte y lo he escrito con una distancia suficiente para poder hablar de ello.
Pero durante la enfermedad de mi padre que fue mi larga yo pude reflexionar sobre los abandonos por los que cruzamos y que nos van convirtiendo en otra persona. Entonces pues fue muy interesante poder hacerlo. Era el libro que quería escribir que me está dando cosas preciosas y con el que me siento muy identificada.
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- Películas como ‘Atómica’ y ‘Más que amor frenesí ‘supusieron un antes y un después para el cine LGTBI en España. ¿Qué recuerdas de esa época en este ámbito? ¿Cómo lo viviste?
Esas películas sí que fueron muy novedosas y muy punteras, porque no había nadie que las hubiera hecho antes. Fue al final de los noventa, y fue un momento de explosión nocturna. Un momento de afianzar la libertad que había empezado a caminar. A mi me encantó tener opción hacer estos personajes porque me situaron en un sitio muy chulo con respecto a la gente más marchosa y que a mi más me interesa.
- Para terminar, ¿Qué te falta por hacer o qué te encantaría hacer?
A mi de todo. Hago tantas cosas porque me encanta la vida, las cosas que me ofrece. Me gusta muchísimo la gente. Me encanta probar cosas nuevas y tengo muchas cosas que hacer. Vamos que tengo todo por hacer. Las posibilidades son interminables. Me gusta mucho comunicar y todo tiene que ver con eso: programas de cultura, escribir, interpretar, hasta cocinar tiene que ver con comunicar.
Pues nada más, millones de gracias a Cayetana Guillén Cuervo por habernos dedicado estos minutos y ser tan amable con nosotros.
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