Educación

Pin Parental ¿nos tomamos la educación en serio?

La regulación de leyes educativas en nuestro país ha sido un vaivén continuo, lleno de frecuentes polémicas, debates sin demasiado calado, protestas y huelgas en las calles e intervención de los tribunales

Un panorama demasiado común que muchos especialistas en la materia han señalado como uno de los principales problemas de nuestro sistema escolar. En vano, se proponen continuos pactos de estado en materia educativa que a lo largo de más de 40 años ningún gobierno en nuestro país ha logrado obtener. Y tengo cada vez más claro que no se va a conseguir ¿por qué? Porque simplemente, no interesa. La educación no le importa a nuestros políticxs, o al menos a una gran mayoría de ellxs.

En el mes de diciembre de 2019 se publicaron los resultados del Informe PISA (el mayor examen internacional de competencias educativas que existe) y en España, nuestrxs alumnxs vuelven a situarse un año más por debajo de la media de la OCDE. Andalucía como viene siendo habitual, queda por debajo de la media nacional, solo por delante de Canarias, Melilla y Ceuta. Pero eso, desgraciadamente tampoco importa, por mucho que el señor Imbroda diga que va a hacer cosas para que cambie la situación.

Llevamos años donde lo que parece que importa y va a sacar a España del lodo educativo en el que se encuentra, es la apuesta o no por materias en los centros educativos como la Religión, Valores Éticos, Educación para la Ciudadanía y los Derechos humanos, o la creación de itinerarios educativos en la enseñanza obligatoria que, desde mi punto de vista, no hacen más que fomentar la desigualdad, la exclusión y perpetuar un sistema de clases injusto. Mientras que el debate no se centre en un discurso más profundo, seguiremos dando palos de ciego.

En esta perorata educativa encuentran su campo de cultivo partidos como Vox. Y claro, al vivir anclados en el pasado, nos quieren llevar a nuestro peor pasado, al de la represión, el engaño, la manipulación y el control.

Entre sus medidas educativas estrellas se encuentra el llamado pin parental (que con el nombre ya se están retratando ellxs mismxs) que consiste en un documento que las familias entregarían a los centros educativos solicitando a los directorxs que se les informe y pidan autorización sobre cualquier materia, taller o actividad que afecten a cuestiones morales socialmente controvertidas o sobre la sexualidad y que puedan resultar intrusivos para la conciencia y la intimidad de sus hijxs. En el caso de no parecerles adecuadas, este pin serviría para excluir a su hijx de dicha formación.

Sus cuestiones morales socialmente comprometidas que pueden “convertir” a sus hijxs son, por tanto, el feminismo, la igualdad de oportunidades, los derechos humanos, la solidaridad, la educación afectivo-sexual, la educación emocional y por supuesto la diversidad sexual y de género. En fin, que no deja de ser una sarta de un despropósito tras otro.

Olvidan que entre los objetivos y fines del sistema educativo se encuentran principios tan básicos como los que ellos rechazan y que por tanto su propuesta es ilegal. Ejemplo de ello es el desarrollo de los valores que fomentan la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la prevención de la violencia de género, y ya desde la etapa de Infantil la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) determina que la enseñanza ha de contribuir a que el alumnado reciba la pertinente educación sexual que le permita conocer su cuerpo y el de los demás, aprender a respetar las diferencias, y a desarrollar sus capacidades afectivas en todos los ámbitos de la personalidad, y explícitamente para la ESO (Educación Secundaria Obligatoria) conocer la dimensión humana de la sexualidad en toda su diversidad.

Ante esta situación, no podemos quedarnos en silencio ni mirar para otro lado. Tras preguntar a mi director y a otrxs directorxs sobre si les había llegado de manera oficial esta información, la respuesta es que de momento parece que no es más que una propuesta de este partido que no ha transcendido todavía a los centros educativos, pero que tras la aprobación de los presupuestos andaluces para el 2020 con el gobierno de coalición de PP y Ciudadanos y con el apoyo de la ultraderecha (Vox), me surgen serias dudas del alcance que esto puede llegar a tener.

Los que nos dedicamos a la educación no vamos a dejar que se atente contra nuestra profesionalidad. Tampoco vamos a permitir que se quiebre la confianza que las familias deben depositar en las escuelas públicas y en los que trabajamos en ella.

Porque nuestro objetivo es promover el desarrollo de la personalidad del alumnado, sin adoctrinamientos ni historias, como quieren hacer ver. Queremos y debemos fomentar que lxs niñxs crezcan en la libertad y en el desarrollo de los valores que sustentan los derechos humanos fundamentales.

Evitar que conozcan una realidad sesgada, y promover que tengan un conocimiento crítico de una realidad que es y va a seguir siendo cada vez más diversa, y ante la que deben aprender a tomar decisiones, y formarse desde y para el diálogo constructivo. Y eso, no se consigue cuestionando a los centros públicos, ni solicitando datos personales de lxs especialistas a los que acudimos para que colaboren con nosotrxs, ni tapando los oídos, los ojos y las bocas de sus hijxs.

La pretendida protección y defensa de la integridad moral del menxr en el que se sustenta el pin parental frente al supuesto adoctrinamiento, en realidad lo que esconde es un intento de implantar una educación elitista, sectaria, y donde se trata de que el niñx no vea contaminada su raza y su presupuesta heterosexualidad.

Es decir, un discurso y unas medidas llenas de pura xenofobia, machismo y homofobia. A mi que no me engañen. Que no lo hagan tampoco contigo

Joaquín Sola Aguilar

Orientador Escolar

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