
El próximo 28 de febrero se inaugura en La Fresh Gallery la exposición Plats Bruts, del artista catalán Ignasi Monreal. La galería de arte gestionada y dirigida por nuestra querida Topacio Fresh se hará cargo de presentar esta obra llena de color y arte, que, seguro dejará un buen sabor de boca a todos los visitantes.
Según su autor, la exposición captura un registro implícito de momentos de sobremesa, comidas y nuevas amistades. Esta es la primera exposición que Ignasi Monreal presenta en la Fresh Gallery y mucho tiene que ver con la estancia en Roma del autor: “Mi vida en Roma ha hecho del comer el eje principal de mi vida en comunidad, y teniendo en cuenta que está todo muy rico, he desarrollado una serie de memorias muy ligadas a los sentidos”.
El artista catalán, que ha ilustrado diversas campañas publicitarias, deja a un lado su iPad para pasar al lienzo y el pincel. Con claras influencias del Realismo madrileño y la naturaleza muerta del Barroco italiano y español, Monreal presenta una serie de obras que adoptan la presencia de objetos cotidianos, platos y bandejas sucias que, vistos a cierta distancia, parecen reales.
Dispuestas en mesas, y no sobre un muro, estas pinturas aspiran a convertirse en artefactos de carga subversiva. Son piezas aparentemente inanes condenadas a vivir entre otros objetos esperando a que alguien las descubra, infiltrándose en lo cotidiano como acto de guerrilla.
El artista recurre al realismo figurativo para explotar el trampantojo como elemento irónico. “Quizá Instagram, la posverdad o las fake news hayan sido inspiraciones inconscientes”, bromea a la vez que hace suya una máxima de Caravaggio: “El arte debe reflejar el pulso de la vida con todos sus matices y oscuridades, por triviales que parezcan”. Plats bruts es exactamente eso: una celebración sin pretensiones de lo mundano.

Esta serie es el resultado de lo que ha sido la vida de Monreal estos últimos meses: un merecido paréntesis tras meses de frenético trabajo comercial, realizando imágenes por encargo para firmas como Gucci, Four Seasons, Kartel, Dior y Louis Vuitton. En este tiempo, su estilo se ha refinado a la fuerza, filtrado por cientos de gigabytes de ilustraciones a contrarreloj, pero con estos platos sucios inicia su retorno a las Bellas Artes con una colección de obras creadas por iniciativa propia, siguiendo solo su instinto y enfrentándose a la dimensión material del arte: tiempos de secado, procesos químicos del óleo y el paso de las dos a las tres dimensiones.
Tampoco el aspecto de las obras tiene la pulcritud digital de sus creaciones anteriores, Plats bruts se presenta como algo nuevo y distinto a su trabajo más reconocido. Una exposición que hará las delicias de todos los comensales, o, mejor dicho, visitantes, desde el 28 de febrero al 12 de abril.